La espinita de trabajar en televisión siempre estuvo presente en su vida; sin embargo, a sabiendas de la discriminación que viven los transformistas, Hera Arannie veía la posibilidad más que lejana.
La vida la sorprendió. Con 15 años de carrera artística, Hera es la encargada del segmento de farándula del programa Entre nos con Thelma Darkings.
Desde el 10 de setiembre, la transformista le aporta picardía, ironía y, sobre todo, muy buen humor al programa de Canal 9, que se transmite los lunes y los miércoles a las 9 p. m.
“Es absolutamente reconfortante; esto ha sido muy refrescante. Definitivamente, es un cambio en la dirección de mi carrera como transformista; estoy aprendiendo un montón”, comentó Arannie acerca de su paso por la televisión.
En el día a día y fuera las cámaras, Hera Arannie es Óscar Murillo, tiene 35 años y se desempeña como estilista; además, es graduado de la carrera de turismo.
Aunque Hera estaba preparada para recibir fuertes críticas, la transformista asegura que ha tenido muy buena aceptación entre los televidentes del 9.
“Esperaba una reacción mucho más adversa. Creo que todo el mundo tiene derecho de opinar, no a todo el mundo le tiene que gustar; sin embargo, ha sido una reacción mucho más positiva de la que esperaba”, confesó la conductora, quien monitorea las redes sociales para ver las críticas de su desempeño.
Por ahora, Hera no ha tenido ofertas para tener su propio programa; sin embargo, es algo que le gustaría porque lo considera un gran reto.
Además de participar en canal 9, tiene un programa de radio llamado Heralicious, que se transmite en el sitio Radio Raimbow , dedicado a la comunidad homosexual.
Con los tacones. Su sueño nunca fue usar tacones ni vestirse de mujer, pero el destino y las casualidades hicieron que las clases de teatro y de baile que tuvo cuando era niño le sirvieran para el transformismo.
“Nunca quise vestirme de mujer, muy por el contrario de lo que la gente piensa, que yo tengo una aspiración a ser mujer. ¡Para nada! Estoy superfeliz de ser hombre; mi vida cotidiana, cuando es fuera de trabajo, no la llevo así”, agregó.
Utilizando la frase de Chespirito, asegura que el personaje de Hera pareció sin querer queriendo.
Nace a raíz de que Hera y un grupo de amigos, decidieron despedir a un amigo con una fiesta de transformistas. En aquella actividad, dos transformistas profesionales, quienes trabajan en una discoteca de ambiente gay, lo invitaron a formar parte de los espectáculos.
De entrada, rechazó la propuesta, pero luego cambió de opinión, ya que sus amigos lo motivaron. Además, quiso darse la oportunidad, ya que pensó que lo podía hacer muy bien.
Para verse como toda una mujer, necesita al menos de dos horas para maquillarse y convertirse en su personaje, que lo hace sufrir con los tacones.
“Los tacones son superincómodos, la peluca da calor; la cantidad excesiva de maquillaje que usamos, tampoco es cómoda. Tener que usar un brasier también es incómodo, pero, a pesar de todo esto, tenés que hacerlo ver como que estás cómodo”, comentó .
Ahora, disfruta cada minuto en el que las cámaras lo enfocan y asegura que Hera le ha enseñado a enfrentar las dificultades que se le han presentado en el camino.
“Un par de veces me ha dado cachetadas en la cara y por más difícil que sea, Hera me ha enseñado que rendirse no se vale”, expresó con cara de orgullo.