Entrevista con Alberto Ammann: “No quiero ser millonario, ni superfamoso”

Sin poses de divo El actor Alberto Ammann, protagonista de los filmes Celda 211 y Tesis sobre un homicidio , sabe de miedos, triunfos y sueños

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En la filmación de Celda 211 (2009), drama carcelario que ganó ocho premios Goya a lo mejor del cine español, al actor Alberto Ammann le temblaban todas sus canillas.

“Me cagaba del miedo”, admitió Ammann, pero no precisamente por la sarta de criminales que acosaban a su personaje en la cinta, Juan, un funcionario de prisiones atrapado en un motín carcelario. Su terror era más bien profesional.

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“Era mi primera película, era un protagónico y encima con ese montón de estrellas compartiendo el set”, dijo el intérprete, quien, posteriormente, vio recompensado su esfuerzo con un Goya al mejor actor revelación y nuevas e importantes contrataciones.

Una de ellas es Tesis sobre un homicidio (2013), filme en el que comparte créditos con el afamado Ricardo Darín y que, precisamente inauguró, el Festival Internacional de Cine Paz con la Tierra 2013.

Ahora Ammann se pasea libre por las calles josefinas, tiene conversatorios con amantes ticos de la actuación y hasta se ganó el título del galán del certamen tico. ¡Eso hace la magia del festival!

Usted nació en Argentina pero se le sale algo de acento español. ¿Cómo es su historia personal?

Tengo casi 10 años de vivir en España. Yo nací en Argentina pero a los dos meses me llevaron a España por asuntos políticos y personales de mis padres.

”A los 4 años regresé a Argentina y me crié ahí hasta los 24 años. Pero luego, por la crisis, me fui a España pues no había mucho por hacer por mi tierra. Tampoco quería irme a Buenos Aires, porque aunque me gusta la ciudad me parece un monstruo. Tiraba a España, porque fue el lugar donde aprendí a hablar y caminar, ahí estudié y tuve la suerte de que saliera Celda 211”.

Gana el Goya a mejor actor revelación. ¿Considera a Celda 211 su punta de lanza?

Es una cinta que nos ha dado muchas alegrías. Además, ha tenido mucha repercusión internacional. Y sí, para mí ha sido importante; mira que el cineasta Barney Elliott andaba buscando un actor, vio Celda 211 y me llamó para filmar Oliver's Deal (cinta que se estrenará en el 2014).

¿En qué estado personal recibe el Goya y de qué manera asumió ese importante reconocimiento?

Estaba aturdido, aunque tuve cierta calma al recibirlo. Cuando se empiezan a complicar las cosas y los focos de atención se acrecientan, te vuelves loco. Entonces, ahí me relajo, eso fue todo, pues todo fue tan rápido, tan bestial.

Uno ve Celda 211 y siente angustia en medio de ese violento motín. ¿Se sentía igual en el set? ¿Cómo se preparó para ese papel tan complicado a nivel psicológico?

Duró dos meses la filmación. Trabajé con mi maestro Juan Carlos Coraza y con Manuel Morón, quien además sale en la cinta como el personaje que negocia con los reos: fue un gusto trabajar con mi profesor, un gran detalle.

”Me preparé en lo básico, de cómo debía ser la cabeza de este tipo al exponerse en esas circunstancias”.

¿Y la angustia?

No hay que hacer psicodramas. Uno tiene que saber que la circunstancia realmente no está ahí, hay que vivir la angustia pero no soltar el hilo de que estás jugando. Si no es así, uno puede volverse neurótico y hasta medio loco.

¿Qué fue lo que más le costó al asumir ese papel?

Cuestiones técnicas, como, por ejemplo, la dicción, favorecer la cámara y la luz. De repente yo me metía mucho en lo que pasaba el personaje y al rato te decían: ‘Alberto no puedes moverte de allí, pues la luz no te da bien en el ojo’.

¿Qué planes tiene usted como actor? ¿Cómo se visualiza?

Me veo trabajando internacionalmente, sin volverme loco. No me interesa ser millonario ni superfamoso, me interesa hacer películas que me gusten y algo de estabilidad económica. También me imagino produciendo y dirigiendo cosas. Ah, y escribiendo.

¿Ya ha escrito algo?

Tengo una idea para una serie, que me pondré a escribir el próximo año. Pero ya veremos.

¿Es Hollywood una posibilidad en su camino?

Sí, es una posibilidad, pero no me interesaría ir a vivir allí. Iría por temporadas mientras se está rodando, pero nada más.

¿Futuros proyectos?

“Ahora nada concreto. Hay la posibilidad de una serie en España lo que sería bueno, pues he pasado trabajando en varios países.

”En Buenos Aires filmé Tesis sobre un homicidio y luego Betibú , de Miguel Cohan. Además, estuve con Oliver's Deal , filmando en Nueva York y Perú. Luego toca la promoción de las películas.

¿Como maneja lo del acento español y argentino?

En Tesis sobre un homicidio fue duro eso, pero se maneja. Lo que más me costó de Tesis sobre un homicidio fue hacer ese personaje que Hernán Goldfrid planteó como un ser que tenía que ser ambiguo. Ese que podía ser querido pero que a la vez daban ganas de pegarle.

”Para hacerlo, trabajé mucho con imágenes mentales, una línea de pensamiento secreto, de imágenes específicas trabajadas de antemano, para a la hora de rodar tener acceso rápido a ellas”.

¿Y qué tal trabajar con Ricardo Darín? Como novel actor, ¿qué aprendió de él?

Vi como manejaba sus herramientas como actor, que de repente uno las tiene pero le cuesta utilizarlas en el momento. Al ver ese tipo, su soltura, su temple, te impacta, tiene una gran seguridad.

”Eso se logra con la experiencia y uno puede aprender del talento del otro, pero sobre todo de cómo cuidar el talento de uno. También aprendí de él la cercanía que tiene con la gente, su humildad, es un grande del cine”.

Dicho por varias mujeres, se ha convertido usted en el galán del festival de cine, ¿cómo toma eso?

(Se ríe) No me había ni enterado de eso, me acabas de dar una buena noticia. Pero mirá, yo vivo en pareja, tengo mi mujer y eso no me entusiasma extra, es lo mismo que ocurre cuando te dicen un piropo, me alegra pero no trasciende.

Dejando un poco la superficialidad de la pregunta, usted es joven y se envuelve poco a poco en ambientes de fama. ¿Cómo manejar ese foco de atención?

Es algo que es ajeno a uno, hay gente que lucha y vive para ser famoso solamente, y da igual lo que ganas, es una cosa que la profesión pone y tenés que gestionarlo lo mejor posible para estar sano a nivel de espíritu; no me interesa prostituirme por prestigio, en el sentido de traicionar mis ideales.

¿Y usted como gestiona esa atención?

“Mirá, mientras filmaba Tesis sobre un homicidio , me armaron un romance con Calu Rivero, otra de las actrices. Fue algo descarado de parte de la prensa.

”Es que sugerir es menos dañino, pero ya mentir. Por eso, actúo enfrentando eso, no me puedo hacerme el tonto y se lo digo a la prensa directamente”.

¿Cómo ha visto o percibido la organización del Festival de Cine Paz con la Tierra?

Me sorprende que sea la segunda edición y esté tan bien organizada. Además, veo la programación y veo que está lleno de filmes, cortos y documentales de Costa Rica mismo, lo cual es bueno para difundir al cine como cultura para un pueblo.