En las tarimas ni se acuerdan del tope

Marcas lucharon por ofrecer el mejor ambiente: hubo barras libres, menú al estilo bufete, accesorios y hasta música en vivo con artistas como el panameño Martín Machore y Marfil

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Algunos pidieron permiso, otros aprovecharon sus pocos días libres antes de entrar a la universidad para darse la vuelta, y hubo quienes ni avisaron en sus lugares de trabajo y se fugaron al tope de Palmares, eso sí, en la comodidad que da una tarima de las varias instaladas a lo largo de los 2 kilómetros y 700 metros de trayecto.

Lo curioso del asunto es que en un breve sondeo que un equipo de Tiempo Libre realizó, muchos de ellos ni se acordaban de que había tope, y eso que solo bastaba con mirar hacia el balcón que daba a la calle.

La razón era sencilla: cada marca se mandó con todo para demostrar que allí se armaba la mejor fiesta. Sus invitados eran clientes de la marca, ganadores en redes sociales o trabajadores y colaboradores de la misma empresa.

Fabiola Rosales, vecina de Heredia y estudiante de Relaciones Públicas, fue una que confesó que se le había olvidado por completo que en el exterior de la tarima Pepsi, donde se encontraba con su grupo de amigas, había desfile equino. “Estoy aprovechando mis días de vacaciones antes de entrar a clases y fue una amiga que me invitó. Yo estoy de fiesta, ni me acordaba del desfile de caballos”, expresó la guapa joven, quien llegó a la 1:30 p. m. al sitio.

Y no era para menos si a unos metros de ahí se acomodaba para cantar el ahora solista Martín Machore, exintegrante de Mach & Daddy.

“Estas fiestas en enero son buena plataforma para nosotros los artistas panameños, la gente consume nuestra música. El ambiente ha evolucionado bastante, cada año se pone más bueno, y las mujeres lindísimas, las ticas mis respetos”, dijo el cantante antes de desarrollar su show de una hora con éxitos como Pasado pisado .

Hasta agotar existencias. En otra de las tarimas, Enzio Zapata, gerente de marca de Pilsen, señaló que abrieron sus puertas a la gente, debidamente anotada en lista, a las 9 a. m. y se extendió hasta las 6:30 p. m.

“Los que están acá son consumidores de la marca o ganadores de promociones, aquí les damos los accesorios, jarra birrera y sombrero”, contó Zapata. Allí ya tenían todo preparado para que los nacionales de Marfil tocaran a las 3 p. m.

Tanto ahí como en los demás montajes ofrecían barra libre hasta agotar existencias, aunque Zapata recalcó que a los pasados de tragos ya no se les servía más bebidas.

Gallitos de carne, chifrijo, ceviche, pinchos, puré de papa, y todo lo que se pueda cocinar a la parrilla, ayudaban a distraer el hambre y la atención sobre los caballos. ¡Ah, es cierto había tope!

En el toldo Coca Cola, Sebastián Carvajal, de Deca Producciones, añadió que tenían capacidad para 250 personas. En este escenario se implementó arena en el suelo, usaron sombreros de paja y hasta lentes especiales, todo eso alimentado visualmente por curvilíneas mujeres, entre las que destacaban modelos y civiles.