Muy satisfechos de la inversión realizada y seguros de volver a apostar por otro proyecto cinematográfico de Hernán Jiménez, quedaron quienes vieron El regreso , durante las funciones especiales realizadas el martes en la noche, en el Mall San Pedro.
Esta proyección del filme tico fue organizada para quienes lo financiaron. A ella asistieron 310 personas, dijo Natalia Rodríguez, encargada de prensa de El regreso.
“Estuvo genial, una excelente película, y como lo han dicho en otras partes: esta película hay que venir a verla no porque es cine nacional, sino porque es una película igual de buena que cualquier otra”, manifestó Carlos Núñez, uno de los espectadores que financió el filme.
“El cine nacional tiene poco apoyo de las empresas y del Estado, y la ayuda de nosotros es la única forma de que siga creciendo en este país. Es importante que exista cine en Costa Rica, que haya más cultura”, comentó el espectador.
Me siento muy satisfecho, muy complacido (de mi aporte económico). Teníamos muchas expectativas sobre esta producción. Habíamos visto a Ojos cerrados y teníamos la pregunta de si El regreso podría superarla, y la superó con creces”, añadió Núñez.
“Me pareció excelente la historia; me encantó la fotografía y las actuaciones están impecables. Esta película nos deja ver más allá de la identidad del costarricense, y vista no desde el lado negativo. La película toca muchos tópicos importantes, como la inseguridad y la falta de identidad que tenemos los ticos; sin embargo, la forma en que trata estos temas es de una manera tan bella que el producto final es casi perfecto”, expresó, por su parte, Rosa Nicaragua.
“Está superjustificada la inversión. De lo único que me podría arrepentirme es de no haber invertido un poco más”, añadió la tica.
“El hecho de que Hernán usará esta técnica (pedir donaciones) nos hace sentirnos parte del filme, porque generalmente cuando uno ve cine de Hollywood lo siente como intocable. Pero llorar con el filme y sentir la satisfacción de verlo, me parece que es rico”, puntualizó.
“Está superbuena la película. Yo invertí ¢25.000 y me pareció muy buena; retrata muy bien la situación de mucha gente que quiere huir del país. Sí volvería a invertir en otro proyecto de Hernán, porque valió la pena ver el nombrecito de uno entre los créditos”, fue la opinión que compartió Mauricio Sánchez, otro de los asistentes.
Un espectador más. Sentado al final del pasillo, en el piso de la sala de cine, se encontraba, como uno más dentro del público, Hernán Jiménez, compartiendo con quienes creyeron en él.
Al final de la función se tomó fotos, recibió felicitaciones y repartió autógrafos entre quienes se lo pidieron. Y ya cuando todos se habían ido, se quedó despegando los carteles promocionales de un filme que le costó trabajo llegar a poner frente a las butacas del cine.