El festival se fue riendo como niño

Encantador Siquirres respondió con todo al último día del Festival de las Artes. Música, títeres, clowns y padres armaron la fiesta

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El de ayer fue un domingo que muchos siquirreños no olvidarán jamás. Fue la mañana en que la risa infantil y el asombro de los adultos se esparcieron en una calurosa última mañana del IX Festival Nacional de las Artes (FNA) 2011.

La actividad matutina tomó un lugar: la carpa del bulevar en la plaza de Siquirres. Y desde las 10 a. m., llenaron aquel espacio niños sentados en alfombras, adultos y jóvenes. Para muchos, este festival, o bien ese domingo, era su primer acercamiento a las artes en vivo y en directo.

Hubo danzas de adoración y alabanza. La lluvia de aplausos constató la empatía que ese contenido tiene con la población.

Después de eso, el programa fue una pura contentera y sorpresa para el público.

Esa mañana convocó no solo a habitantes de Siquirres centro, sino que también atrajo a gente de poblaciones alejadas, como niños de El Peje (distrito de Germania) y hasta siquirreños que habitan en San José.

El ingenioso Pepe. A las 11 a. m., el escenario de la carpa tuvo un invitado fuera de programa: Pepe Picaporte, payaso con tendencias de clown, entretuvo a la gente con su humor ingenioso como lo ha venido haciendo a lo largo del FNA en Siquirres: donando su espectáculo. ¡Todo sea por el bien del arte!

Con una capacidad veloz para leer al público y sacarle partido a lo que va pasando, Pepe Picaporte aprovechó que una pequeña lloraba a grito pelado y al mirarla, un niñito con tremenda personalidad alzó los bracitos.

Noa Arias Vox, de un año, fue entonces llevado al escenario donde él mismo se aplaudió. Aquel fue su debut.

Noa y su mamá, Karla Vox, llegaron a Siquirres el sábado procedentes de San José, donde viven.

El payaso hizo parte del show hasta a los tímidos papás de la audiencia. Tan tímidos eran que él tuvo que bajar de la tarima a buscarlos y, con ellos, montó un elefante que fue aplaudido a rabiar.

Uriel Babb, Martín Rodríguez, Cristian Vargas y Manfred Torres, los papás asistentes de payaso, provocaron gritos de alegría.

Subieron al escenario muy, pero que muy serios, y bajaron con sonrisas y globos en forma de espada o perros.

Luego llegó Teatrinos Viajeros de Juan Cuentacuentos, obras cortas que los niños podían ver en pequeñas cajas negras si asomaban sus ojos por un huequito.

Eso hizo Ashley Martínez Martínez, de tres años. Vio el cuento de un lobo en el bosque. A la carpa la llevo su tía, Mauren Martínez.

Fantázzticamente. La carpa continuaba llena cuando se apareció el Circo Fantázztico.

En un formato reducido, porque así lo amerita la carpa, el circo dio un espectáculo, cuya introducción y desarrollo, se dio acompañado del Orient House Ensemble.

Ejercicios de piso para armar especies de estatuas humanas fueron el primer número de los muy Fantázzticos de Pérez Zeledón.

Luego, vino la acrobacia en un aro suspendido de unos postes. Las contorsiones de Dilana García arrancaron aplausos, y lo mismo sucedió cuando Alexánder González y Jason Ulloa aparecieron en el centro de la carpa para hacer planchas

La tarde estaba programa para no ser menos generosa. Se verían los números del Saint Mary Union Square Dance, J-Squad, el grupo Sol del Caribe y Talawa Reggae Band, entre otros.

También quedaba para la tarde Del amor y otros demonios, filme de Hilda Hidalgo, antes de que se diera el pasacalle, antesala de la clausura de esta jornada de arte que Siquirres recibió con ganas.