Doña Merry Desinfectando la amargazón

Con su personaje de la extrovertida empleada doméstica, el herediano terminó de ganarse el cariño de pequeños y grandes. Su reto para el 2013 será mantenerse entre los consentidos de los costarricenses

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aandino@nacion.com

En el gremio del humor se maneja una frase que dice: “Hacer reír es cosa seria”, y el comediante Roque Ramírez fue uno que se juramentó con esta oración. Como respuesta, hoy está cosechando los frutos de un trabajo que, desde el televisor parece fácil, pero, desde los zapatos de su protagonista, no lo es.

En las pasadas fiestas de Zapote, durante la cobertura de las corridas de toros por canal 6, sencillamente hizo clic con el público y desató algo así como la Merrymanía , entiéndase, una ola de seguidores de todas las edades que se identifican con doña Merry Christmas, su personaje punta de lanza.

“Nació hace siete años en una convención de farmacéuticos en Guatemala. Querían a alguien que fuera típico y pensaban en un campesino. Entonces yo les sugerí una ingeniera doméstica para hacer algo diferente y que no sea la misma idea de siempre. Con doña Merry resalté algunas cosas que caracterizan al costarricense positivamente, allí nació”, aseguró.

El también humorista del programa radiofónico Pelando el Ojo describió el perfil de esta excéntrica mujer como una señora que, de forma muy respetuosa, “viene a representar al gremio de las ingenieras domésticas que también son contadoras, administradoras de la casa, expertas en la cocina, en la limpieza y además son madres”.

“Doña Merry es una tica que la pulsea día a día, que ante la adversidad siempre muestra buena cara. Refleja mucho al tico que es confianzudo, buena gente, que cree que todo el mundo es muy bueno y le pasan cosas por ingenua”, explicó su intérprete.

Pero, ¿por qué si esta figura ya existía, e incluso ya había aparecido en otras transmisiones del 6, fue hasta el fin de año pasado, en el ruedo de Zapote, que conquistó seguidores de todas las edades?

Para Roque fue un trabajo que forjó con el tiempo, pero, el apoyo que le dieron las vitrinas de Repretel y Pelando el Ojo , fue vital para que la gente tuviera chance de conocer un poco más al personaje.

“Sinceramente, yo no me esperaba tal reacción de la gente, tanta aceptación y muestras de cariño tan to de los que iban al redondel, como la gente en la casa. Mi gran reto siempre fue representarla de una manera que no se viera como un travesti ni tampoco que ofendiera a las mujeres. No sé, quería hacerlo algo más familiar, que es en lo que se enfoca Repretel, que mi hijo lo viera y se riera tranquilamente, sin pensar mal. Me halaga muchísimo ver niños que tratan de imitarla, que repiten las frases ¡Qué chicha!, o ¡Ay, que barbaroooo!” , confesó mientras hablaba como Merry.

Las peticiones de fotos y mensajes de admiración cada vez que se metía entre en el graderío en Zapote, iban y venían durante los 13 días de transmisión, pero su alcance fue más allá. No solo causó que muchos se vistieran como ella en un concurso que orquestó el Facebook de Toros Repretel, sino también, que le alegró la Navidad y el Año Nuevo (sin saberlo y desde la pantalla), a un grupo de adultos de la tercera edad en un asilo en Alajuela.

“Sí me decís si tengo una idea de lo que impactó el personaje, la verdad es que no. Supe por medio de una enfermera, que un grupo de ancianitos abandonados por sus familias, se desconectaron de su dura realidad y rieron como nunca con nuestro trabajo. Eso es increíble. Incluso un señor, que según cuentan, es amargadillo y nunca se ríe, decía que quitaran la competencia porque no salía Doña Merry”.

Pero no todo es color de rosa ,pues como figura pública que es también tiene a sus detractores.

Ramírez reveló , sin que eso le altere la calma, que ha recibido críticas de a quien del todo no le gusta verlo en ese papel.

“¡Uuhhhh! He recibido un montón de críticas. Eso es lo que más agradezco, a veces es mejor que le digan a uno que no les gusta, a que todo está perfecto. Pero es cuestión de gustos, a otros del todo les caigo mal, yo o el personaje. Para mí es un reto tratar de ganármelos”.

Lo que no se ve.

Armado con su delantal, camisas brillantes y las manos recargadas de bisutería, el humorista ha vivido algunas situaciones curiosas que lo han hecho tragar grueso.

Una de ellas fue cuando una osada joven le dijo que estaba enamorada de Roque, o peor aún, cuando algunos señores pensaron que en realidad era una señora.

“A ellas Doña Merry las ve como hijas, y les dice: ‘Mamita contrólese’. Saben que uno es una persona casada y por ahí me gusta mantener esa distancia de respeto. Lo vacilón es que me ha pasado con señores, que creen que soy una señora de verdad y me saludan de beso, no crea, esos como que no están vacilando”, añadió dizque preocupado.

Como era de esperar, la demanda por contratar a esta funcionaria doméstica para animar cumpleaños, tés de canastilla, eventos empresariales y demás subió, según admitió, su cotización.

“Yo trabajo mucho a nivel empresarial, me conocían más en ese mercado, pero con lo que pasó ahora se me abrieron puertas a nivel popular. Sí ha aumentado un 30 % (el costo de contratación), pero siento que la gente ahora disfruta más del personaje porque ya se familiarizaron con él”.

Su pensamiento para este 2013 es sencillo, lo difícil no es llegar sino mantenerse, y a eso dedicará sus esfuerzos. Como meta se propuso separar lo laboral de lo personal, y que una cosa no consuma a la otra. “Quiero dedicarme más a la familia, a marcar un poco el balance y los límites de lo personal con lo laboral para tener una vida más estable en ese campo”, expresó.

Consultado directamente por el amor, añadió: “Va caminando”.

Sin rodeos, Ramírez externó que trabajar en la comedia es una tarea bastante complicada, y sobre si se hace plata de eso, contestó que “en cualquier trabajo que usted haga con amor y dando el máximo, sea cual sea, vas a hacer plata. Lo importante es estar feliz y pleno con lo que uno hace”.

Con o sin labial, con o sin peluca, en lo que el personaje y su gestor están de acuerdo, es que para desfinfectar la amargazón... la risa es la mejor válvula de escape.