En 1972 , justo cuando se preparaba para presentar a su álter ego Ziggy Stardust en su quinto disco como solista, David Bowie se veía obligado a responder preguntas como “¿Usted es gay?” en entrevistas.
La primera vez que se la hicieron, le dijo al semanario inglés Melody Maker : “Soy gay y siempre lo he sido, aún cuando me llamaba David Jones”.
Como es natural, la excentricidad de Bowie daba pie a rumores, historias que Bowie nunca ni confirmó pero que tampoco se esforzó por negar.
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La pregunta nunca dejó de hacerse mientras estuvo vivo, en entrevistas donde el artista prefería ser ambiguo.
Antes de casarse con la ex modelo somalí Iman en 1992, los tabloides armaban el rompecabezas de su vida privada: los excesos en las fiestas, los problemas con la cocaína –estos sí fueron confirmados por Bowie– y sobre todo, los amantes.
¿Su amistad íntima con Mick Jagger involucró sexo? ¿Participaba su primera esposa, Angie Bowie, en las orgías?
Si lo que escribió su biógrafa Wendy Leigh en Bowie (2014) tiene algún ápice de verdad, el cambio en el estilo de vida del artista empezó con su relación con Iman, quien estuvo a su lado hasta que murió el pasado domingo.
A principios de la década de 1980, Bowie estaba sobrio y divorciado de Angie. Esta época desveló otros talentos del artista, incluyendo su incursión en la pintura y la actuación.
El matrimonio con Iman duró casi 24 años. De esa relación se conocen solo los buenos momentos, porque según dijo la exmodelo a la revista Interview en el 2013 , ellos entendían “la diferencia entro lo público y lo privado”.
Al periódico The Guardian le repitió esa opinión en el 2014 , cuando aseguró que dudó del pasado de Bowie antes de casarse: “Yo no quería una relación con alguien como él. Pero como siempre he dicho: me enamoré de David Jones, no de David Bowie. Bowie es un personaje, un cantante, un intérprete. David Jones es el hombre que conocí”.
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