Danza

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D e nuevo, la Compañía Nacional de Danza establece su excelencia como líder en el gremio de danza contemporánea en toda Latinoamérica con la coreografía Leonardo.

En esta nueva producción, que plasma un concepto coreográfico sobre el pensamiento científico, matemático y lógico de Leonardo Da Vinci, se demuestra la calidad y madurez de sus bailarines, el liderazgo de su directora Mimí González, la capacidad de su equipo en co-producción con el Festival Internacional de las Artes 2010, y la sobresaliente participación del coreógrafo español Yoshua Cienfuegos.

Todo esto fueron razones suficientes para otorgarle el Premio Viva en Danza a la coreografía Leonardo, de la Compañía Nacional de Danza, considerando que la propuesta presentó una limpieza de movimiento dancístico y calidad rigurosa del montaje (video, luz, vestuario).

Este montaje tuvo una coordinación impecable entre el movimiento y la estética técnica/plástica y un diseño espacial coreográfico maduro, llamativo y capaz de llevar el concepto del coreógrafo al público.

En Leonardo destaca una composición musical original, madura, hermosa, y bien sincronizada con el movimiento dancístico y los cambios técnicos. El gran logro de la composición musical demuestra una sinergia entre el compositor, Carlos Escalante, y el coreógrafo.

Cabe destacar que esta producción de la Compañía Nacional de Danza realizó una gira nacional exitosa, que comparte danza de la más alta calidad por gran parte del territorio nacional.

Incluso, se convirtió en la representación internacional de Costa Rica en el Festival Internacional de Teatro, Cádiz, España y en el Festival Internacional Danza Nueva 2010 en Perú.

Según la crítica de danza del periódico La Nación, Marta Ávila, esta propuesta definitivamente revitalizó a la agrupación, ya que les exigió mucho, y los enfrentó a niveles técnicos que hace tiempo no le veían al elenco oficial.

Ávila destacó la forma en que el coreógrafo aprovechó el talento de de los intérpretes para mostrar a un conjunto de bailarines, capaces de mantener al público interesado en una coreografía de corte abstracta, ejecutada con limpieza técnica y buena expresividad.