Daniel Carvajal vivió horror en México luego de enfermarse: ‘Me dijeron que podía ser letal’

El exparticipante de ‘Dancing with the Stars’ sintió en dos ocasiones que podía morir mientras estaba de viaje. Una amigdalitis bacteriana le atacó y la infección fue tal que se cerraron sus vías respiratorias. Hoy se recupera en un hospital tico, desde donde narró su vivencia.

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Daniel Carvajal Cartín, quien es recordado por su paso por los programas Combate, de Repretel, y Dancing with the Stars, de Teletica, sintió que podía morir en su reciente viaje a Cancún, en México. Una bacteria atacó su amígdala izquierda y lo que él creyó que era una simple infección, se convirtió en una vivencia que lo tuvo cerca de la muerte.

Desde su llegada el 2 de enero a Cancún, él sintió un malestar en su garganta. Pensó que no se trataba de algo de importancia, pues es usual que los cambios de temperaturas le afecten. Antes había estado tomando el sol y luego ingresó a una habitación fría por el aire acondicionado. Por la noche fue a conocer la famosa discoteca Coco Bongo y la pasó bien. Pero el malestar persistió y fue cancelando los tours que tenía programados junto a la amiga con quien viajó.

Uno de los paseos que no descartó fue el de la visita a Chichen Itzá y posteriormente a un cenote (pozo de agua). El malestar se intensificaba, pero no quería perder la experiencia de nadar en los profundos cenotes de agua fría. Intuía que quizá era una imprudencia, pero ya estaba allí. Daniel se lanzó y mientras se clavaba ingirió accidentalmente un poco de agua. Luego de esto el dolor se intensificó. Por la noche notó inflamación y empezó a tomar analgésicos.

Al día siguiente decidió descansar y compró antibióticos. Vio señales de infección en su garganta y sintió un alivio al pensar que efectivamente presentaba un cuadro infeccioso. Pero lo que le pasaba era aún más delicado y lo comprobó horas después.

“En la madrugada no podía dormir. Luego me percaté de que tenía presión en el pecho y que no podía respirar. Sentía cómo se iba cerrando. Le dije a mi amiga que necesitaba ir al hospital. Me dolía demasiado. Tenía la garganta cerrada. Ella me vio notablemente inflamado y ya me costaba respirar. Fuimos a una clínica privada”, narró Carvajal, de 39 años y quien actualmente trabaja como entrenador personal. También es productor de eventos y cuentas y cuenta con un centro de acondicionamiento físico.

Al llegar al centro médico por el malestar de garganta y las dificultades respiratorias, a Daniel le hicieron una prueba para ver si se trataba de covid-19, sin embargo, el resultado fue negativo. .

“Me hicieron más estudios y se dieron cuenta de que lo que tenía era una amigdalitis bacteriana. Me dijeron que había que detenerlo porque era muy serio. Me estaban cobrando un platal. La doctora que me atendió me dijo que no me quería asustar, pero que tenía que atenderme en las próximas horas porque podía ser letal. Me dijo que me atendiera ya porque así no podía viajar”, recordó.

Para ser atendido en el hospital privado mexicano, inicialmente el monto podía ascender a más de ¢4. 4 millones ($7.000), sin embargo, la factura podía crecer dependiendo de los tratamientos que requiriera.

“Me pareció absurdo. Inhumano. Era mi responsabilidad por no pagar seguro de viaje. Me fui a una clínica pública de Cancún. Me cobraron, me internaron. Me pusieron medicamentos, me estabilicé. Tenía un absceso que drenaron (en la amígdala), lo pudieron bajar para que pudiera respirar. La infección creció tanto en 48 horas, que fue por eso que se me cerraron las vías. Fue una bacteria muy agresiva (no se sabe su procedencia)”, añadió.

Horas después, su amiga le preguntó que cómo se encontraba, pues ella había conseguido un vuelo para traerlo de regreso a Costa Rica. Él se sentía en las peores condiciones. Sin embargo, al verse en ese centro médico sentado en una silla, cubierto solo por una bata que nadie le amarró y notando cómo el tiempo pasaba y los médicos no daban seguimiento a su caso, Carvajal decidió que tenía que regresar a Costa Rica.

Hoy, con la voz apagada, pero con una sonrisa imborrable que plasma en sus fotos de redes sociales, resalta el apoyo de su familia y amigos, quienes movidos “por la fe y la esperanza”, lo convencieron de que regresara al país.

“Si me hubiera quedado allá la historia sería muy diferente. Ha sido un proceso muy fuerte”, dijo.

Regreso y atención en Costa Rica

Finalmente Daniel Carvajal le dijo a su amiga que regresaran. “Yo necesitaba devolverme porque, si no, me iba a morir. Coordinamos los viajes para salir al día siguiente. En los vuelos ”iba sudando, con temperatura, realmente mal”, rememoró desde el hospital México, en Costa Rica, centro en el que está hospitalizado desde el 7 de enero.

Cuando finalmente llegó al país, una ambulancia privada lo estaba esperando y de inmediato lo trasladaron al hospital México. Desde hace ocho días (al momento de esta entrevista el 15 de enero) está siendo atendido en Costa Rica. Ya se encuentra estable y su salida depende de cómo vaya desapareciendo la infección. En caso de que no termine de drenarse, los médicos le hablaron de la posibilidad de hacer una cirugía aunque, si todo sale bien con el tratamiento y un nuevo antibiótico, el próximo lunes 17 de enero podrían darle de alta, según afirma.

“Me alegra experimentar el sistema de salud de Costa Rica. Es impecable, me han atendido super bien, son respetuosos y cordiales. Me han hecho dos TAC (Tomografía Axial Computerizada)… pero ya pasó lo peor (en Cancún). Fue una odisea terrible. Estaba ahogado y en dos ocasiones pensé que no lo iba a lograr. Solo Dios me dio la fortaleza”, destacó.

Con respecto a lo vivido, Daniel Carvajal lo ve como un propósito para valorar más los detalles de cada día que a veces se disipan en medio del trajín diario.