Coronación Carlos III: Katy Perry no sabía dónde sentarse, casi se cae y se tomó ‘selfies’ dentro de la abadía

La cantante se robó las miradas en la ceremonia real y no precisamente por su ‘look’. Las situaciones que le pasaron llamaron la atención de todos

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La cantante estadounidense Katy Perry fue una de las estrellas internacionales invitadas a la ceremonia de coronación del rey Carlos III. Su presencia, como era de esperarse, no pasó desapercibida.

La intérprete de éxitos como Roar y Firework tuvo varios inconvenientes. Uno de ellos ocurrió cuando este sábado 6 de mayo entró a la Abadía de Westminster, en compañía del editor británico de Vogue, Edward Enninful. En primer lugar, la cantante no sabía donde sentarse y todos lo notaron.

De acuerdo con medios internacionales la cantante, quien llegó vestida de color lila, daba vueltas en círculo en plena iglesia y caminaba de un lado a otro tratando de encontrar su asiento. Disimuladamente, ella trataba de levantar la cabeza para buscar su lugar, pues su sombrero le impedía ver bien.

“Mirando desde debajo de su sombrero gigante, Perry caminó entre las bancas de la abadía buscando su lugar entre los invitados allí reunidos. En un momento pareció pedir orientación a otros”, detalla Deadline.

Cuando finalmente encontró su asiento, se dispuso a disfrutar la ceremonia, que tuvo una duración de aproximadamente dos horas. Pero antes bromeó en su cuenta de Twitter con lo ocurrido.

“No se preocupen, chicos. Encontré mi asiento”, publicó en su red social.

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Posteriormente, cuando ya iba saliendo de la abadía, se tropezó con sus tacones y aunque no se cayó, el momento fue capturado por los fotógrafos. La cantante continuó como si nada pasara.

Sin embargo, antes de ello, se tomó un tiempo para fotografiarse con algunos de sus fans que se encontraban dentro de la iglesia, quienes le pedían selfies aún estando en los interiores del aposento religioso.

Para terminar de hacer el día memorable, la intérprete se tomó una fotografía de sus zapatos blancos sobre una piedra conmemorativa de Winston Churchill, ubicada en la Abadía de Westminster.