Confesiones en la silla del estilista

Cuatro profesionales hablan sobre la responsabilidad que significa cuidar y cortar el cabello de un aspirante a la presidencia del país

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

---

¿Quién no se confiesa con su peluquero o estilista? La silla en la que nos sentamos cada vez que alguien nos corta el cabello, se convierte en íntimo confesionario y en un espacio para descansar.

Pero, ¿quiénes son los que tienen en sus manos la responsabilidad de que los candidatos se vean pulcros y presentables?

Viva habló con los estilistas de cuatro de los cinco aspirantes a la silla presidencial que tienen más intención de voto, con el fin de conocer algunos de los secretos que se revelan a cada corte de tijera.

Así es como descubrimos que a Rodolfo Piza, del Partido Unidad Social Cristiana, le gusta que le hagan un masaje cuando le aplican el champú o que José María Villalta, del Frente Amplio, prefiere los cortes juveniles.

También nos dimos cuenta que Otto Guevara, del Movimiento Libertario, tiene la misma estilista desde que estaba en el colegio y que Johnny Araya, de Liberación Nacional, casualmente se corta el cabello en el mismo lugar que lo hace el expresidente Óscar Arias.

El peluquero de Luis Guillermo Solís, del Partido Acción Ciudadana, declinó dar la entrevista e, incluso, no quiso que su nombre fuera divulgado. Lo único que logramos rescatar es el nombre de la peluquería: Rex, en San Pedro.

De los otros cuatro candidatos sí logramos conocer parte de lo que viven cuando se sientan en la silla del peluquero y, frente al espejo, renuevan su imagen.

Gran responsabilidad. Por sus agendas de campaña, los candidatos tienen poco tiempo para hacerse un tratamiento completo de belleza. Sin embargo, en el corre corre de sus visitas, los estilistas tratan de que esa “manita de gato” sea un espacio de relajación.

Estos cuatro aspirantes a dirigir el país tienen en común su gusto por los salones que ofrecen un ambiente familiar.

Los profesionales en belleza saben lo importante que es proyectar una buena imagen, y por eso se esmeran para que el cabello de sus clientes siempre esté bien cortado y peinado, en aras de mejorar la percepción que los votantes tengan sobre cada uno de ellos.

Cada estilista tiene sus propios secretos para atender a estos clientes tan especiales, pero algo es seguro: en sus manos está el cabello del futuro presidente.