Con vino y quesitos esperaron a los ibéricos

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No importa la distancia, ni tampoco si las condiciones climatológicas se ponen adversas, lo importante era estar allí anoche, en el Estadio Ricardo Saprissa.

Ese fue el caso de Franco Terranova y Alejandra Picado, dos fanáticos de un grupo de 15 amigos, provenientes de Pérez Zeledón, quienes se ubicaron casi de primeros en una de las puertas de acceso del estadio morado y soportaron el frío y la lluvia de ayer en la tarde.

“Yo, como soy el más loco por los artistas, estaré en el vip; es carita lo sé, pero vale la pena. Desde que se dijo que iban a venir en concierto, compramos las entradas. Es un tipo de música que te da libertad, te dice un poco que seamos bohemios un ratito; que disfrutemos de las cosas pequeñas: esta copita de vino, este aguacero”, expresó Franco, administrador de empresas, quien poco le importó la molesta lluvia mientras hacían la fila.

Su grupo de amigos, quienes tenían otras localidades en mano, llegó a la fila desde las 8 a. m.

Su amiga Alejandra Picado, quien es estudiante de Enseñanza del Español, confesó que en el valle de El General hizo una fila de casi 100 personas para asegurar su boleto. Su viaje de tres horas hasta la capital es un sacrificio mínimo con tal de corear los temas de estos dos gigantes cantautores españoles.

“Nosotros somos sabineros. Llegamos la mayoría en carro desde la zona sur. Todo el mundo ha hablado en redes sociales increíblemente bien de este show , que presentan en gira. Estamos emocionados. Aquí traemos un poquito de vino para calentarse en este invierno, acompañados por quesos”, expresó mientras degustaba un pedazo.

El alegre grupo esperó a que murieran los minutos, y fue pasadas las 5 p. m. que abrieron las puertas de acceso para continuar celebrando en el interior del estadio.