Desde el punto de vista del espectador, el evento Backlash de la World Wrestling Entertainment (WWE), que se celebró el sábado en el Coliseo de Puerto Rico, José Miguel Agrelot, es similar al de cualquier concierto musical.
Se asiste para ver un espectáculo que provoque emociones, entretenga, levante pasiones en medio de gritos, desate la euforia y el frenesí colectivo.
Los luchadores de la WWE lo saben hacer y si a esto se suma la estrella internacional Bad Bunny, quien es un “show man” consumado, en el escenario como principal protagonista de la cartelera del evento al enfrentarse en una pelea callejera contra Damian Priest, se cumple el cometido de acertar con un espectáculo memorable para los aficionados de la lucha como para los fanáticos del “Conejo Malo”.
A nivel de espectáculo, Bad Bunny no defraudó a la hora de entretener y cumplir con su promesa de que es un ganador en todo lo que se propone hacer. Benito Martínez Ocasio, nombre del artista, le ganó al también boricua Priest que en varias ocasiones le perdonó la victoria.
Bad Bunny y Priest lucharon en y fuera del cuadrilátero en una lucha callejera de 30 minutos. Rompieron bates, utilizaron sillas, zafacones y hasta terminaron sobre consolas y una mesa de producción en la que Priest arrojó a Bad Bunny y parecía que iba a ser el gran vencedor de la noche, pero no fue así.
A la lucha estelar se sumaron los luchadores Dominik Mysterio, hijo del veterano Rey Mysterio, y Finn Bálor, del bando de Priest, conocido como “The Judgement Day”, y se armó una bronca boricua con la llegada del hijo de Carlitos Colón, Carlito Caribbean Cool y Savio Vega. El público enloqueció en gritos al ver entrar a los luchadores boricuas.
Mientras, desde el cuadrilátero un Bad Bunny exhausto intentaba tomar aire para poder realizar su ejecución final que le permitió ganar la lucha en su patria al vencer a Priest.
Bad Bunny, que mencionó “esto está cabrón” al finalizar la lucha, recibió el abrazo de los luchadores boricuas y de Rey Mysterio. Acto seguido, se escuchó su tema Chambea con el que entró y se despidió del evento en medio de saludos y toques de mano al público.
La presencia de la voz de Tití me pregunto fue suficiente para encender el Choliseo, igual que lo hizo el año pasado con su concierto Un verano sin tí en julio del 2022, y como hizo el pasado viernes, cuando ayudó a Rey Mysterio en su lucha contra Dominik Mysterio en la cartelera de SmackDown Live!, también celebrada en el Coliseo de Puerto Rico. Esta vez el grito colectivo fue “Benito” y cuando parecía que iba a perder la pelea con más fuerza se escuchaba su nombre.
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En cuestión de producción, el evento requiere los mismos elementos que un concierto, una iluminación impecable, sonido, cámaras, un libreto que los luchadores llevaron al pie de la letra, actuación y claro la lucha desde el cuadrilátero donde dominan las acrobacias, patadas y golpes sincronizados.
Anoche fue el cuarto evento Premium Live Event del 2023 de la WWE y el público puertorriqueño lo disfrutó de principio a fin. Esta vez las frases de los boricuas eran dirigidas a los luchadores que recibieron desde aplausos y elogios hasta insultos.
También se escuchó el famoso “yo soy boricua pa’ que tú lo sepas” y la audiencia demostró ser fiel seguidora de la WWE, ya que bastaba que pusieran el preámbulo musical de cada luchador para cantar y sacar los letreros alusivos a los luchadores. Se presentaron seis luchas en la cartelera de la WWE.
En la audiencia no faltaron las banderas de Puerto Rico, de México y República Dominicana, cinturones de campeonatos de la WWE y una gran variedad de camisas conmemorativas de la edición número 18 de la cartelera.
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