La familia real británica resguarda cierta información con total hermetismo; sin embargo, debido a lo que generan en el mundo entero, esto es casi imposible. La salud es uno de los temas de los que más se ha hablado en los últimos días: la cirugía abdominal de Kate Middleton y las dolencias del rey Carlos III. Alejados e instalados en California, Meghan Markle y el príncipe Harry recibieron las novedades, pero no de la manera en la que hubiesen querido.
Según relató el medio The Telegraph, desde Buckingham Palace informaron de la dolencia del monarca a los miembros de alto rango de la familia real británica. Pese a que el duque de Sussex decidió desligarse de la corona, sigue perteneciendo al grupo, ya que forma parte del consejo de Estado del monarca.
Sin embargo, los rumores de que se podría haber enterado por la prensa cobraron más fuerza en las últimas horas, sobre todo porque cuando en Londres contaron la noticia, en Estados Unidos era la primera hora de la mañana.
Otra de las conjeturas que fomenta la hipótesis de que no fueron debidamente informados, es que desde que el hijo menor de Lady Di renunció, junto a su esposa, a los títulos y al sustento económico de la corona británica, la relación entre él y su familia no fue la misma, sobre todo el vínculo con William, su hermano, de quien era muy cercano.
Pero, ¿cuáles son los problemas de salud que tienen Kate Middleton y el príncipe Carlos III? Los medios de comunicación permanecen en alerta desde el martes pasado, día en el que la princesa de Gales, esposa del príncipe heredero Guillermo, se sometió a una cirugía de abdomen.
Según el parte oficial, se espera que la princesa, de 42 años, permanezca en el hospital entre diez y catorce días, antes de volver a casa para continuar con su extensa recuperación. “Siguiendo los consejos de los médicos, es poco probable que regrese a sus funciones públicas antes del final de Semana Santa”, el 31 de marzo, según el texto.
Mientras tanto, el rey Carlos III, de 75 años, también se someterá a una intervención la semana próxima, debido a un problema de próstata, lo cual dejará a la Casa Real en una situación extraordinaria, con su primera línea sin agenda oficial.