Tras darse a conocer que la pandemia del coronavirus ha ido en aumento, sobre todo en los países de la Unión Europea, el príncipe Guillermo y su esposa Kate Middleton se mantienen como los representantes más fuertes de la monarquía británica ante la contingencia sanitaria del Covdi-19.
La corona británica ha mantenido hasta las últimas instancias su participación pública al frente de los estragos del coronavirus, pese a que la reina Isabel II, su esposo el duque de Edimburgo, y sus hijos el príncipe Carlos, Eduardo y la princesa Ana, han optado por el aislamiento y se han refugiado en sus palacios. Sin embargo, la joven Guillermo y Kate no se han retirado de la escena pública en su totalidad, pues los duques de Cambridge se muestran como los representantes estoicos de la familia real.
Por su parte, Meghan y Enrique se quedan en la isla de Vancouver, según el Daily Mail. “En ningún caso están de acuerdo con que él viaje a cualquier parte en este momento”, dijo un amigo al periódico, y agregó que Enrique ha estado en contacto con su padre ante la emergencia sanitaria.
A medida que se intensifican las restricciones de viaje, no está claro si la pareja desea trasladarse a Londres; incluso si lo hicieran, muchos de sus familiares tienen más de 70 años y, por lo tanto, el gobierno británico los obligaría a mantenerse separados para prevenir posible contagio.
“Por supuesto, está frustrado”, dijo la fuente sobre la actitud de Enrique. “Ella dijo que ambos están frustrados porque quieren hacer mucho más para ayudar”. La semana pasada, la pareja publicó en Instagram un comentario sobre cómo la crisis del coronavirus plantea riesgos para la salud mental.
Recientemente, se dio a conocer que el príncipe Carlos dio positivo en la prueba de covid-19, por lo que se ha aislado en su residencia de Balmoral, en Escocia, junto a su esposa Camila Parker, quien hasta el momento ha dado negativo en los exámenes.
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Tanto el heredero al trono como su mamá, la reina Isabel, de 93 años, están en el rango de edad más vulnerable ante esta enfermedad. Todo esto ha provocado que el príncipe Guillermo y su esposa Kate Middleton se queden al frente de la monarquía británica, quienes acuden a distintos llamados relacionados con la salud y contingencia por el coronavirus.
Como parte de su rol más fuerte en la monarquía, los duques de Cambridge han tomado medidas preventivas. Por ejemplo, cambiaron su residencia de Kensington por la de Anmer Hall, en Norfolk, junto a sus tres hijos.
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Este lugar fue su primera casa como matrimonio y les da la posibilidad de viajar a Londres con prontitud en caso de emergencia. Anna Hemming, médico de cabecera de su majestad, afirma que “la reina tiene un equipo brillante a su alrededor”. “Ella no quiere preocupar a la gente desapareciendo, pero está haciendo lo que es mejor para ella, para su familia y para la mayor parte de la población”.
Tan es así que esta mañana en la cuenta oficial de Instagram del palacio de Buckingham se publicó una fotografía de Isabel sosteniendo una llamada telefónica con el primer ministro inglés, Boris Johnson. Y ante la carga de trabajo a la que se enfrentan la corona británica, es más notoria la ausencia de Meghan y Enrique de Sussex tras renunciar a sus puestos reales.