Aristocracia inglesa femenina cuestiona que el heredero siga siendo el hombre

En Gran Bretaña, las hijas de los nobles reclaman que no es justo: “es sexismo”

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Londres

La práctica de la primogenitura –por la cual los títulos y el patrimonio pasan sólo a los varones, aún si el parentesco no es tan evidente y se encontraban en otros continentes– puede parecer indignante y antediluviana como negarle el voto a la mujer, pero todavía es la ley para la aristocracia en Gran Bretaña.

“Mi padre siempre decía: 'Recuerda usar cinturón de seguridad, porque tu cara es tu fortuna’”, dijo Liza Campbell, hija del 25º barón de Cawdor, y ahora, después de la muerte de su padre, hermana del 26º.

También conocido como el conde de Cawdor, el actual barón, Colin, es el hijo de en medio entre cinco. Sin embargo, es el hijo varón mayor y siempre se consideró el más importante, para fines de continuidad del título.

Hasta hace poco, había habido poco interés en cambiar la ley, en parte, un reflejo de la incapacidad de Gran Bretaña para decidir finalmente si su aristocracia es una parte esencial de su identidad, un pintoresco vestigio del pasado o un poco de ambos.

“Su aspecto elegante ciega a las personas respecto de lo que es, esencialmente, sexismo en una minoría privilegiada, donde las niñas son inferiores a los niños desde que nacen”, dijo Campbell.

El asunto se ha estado difundiendo en el Parlamento desde que se aprobó una ley que permite que la monarquía se transmita al primogénito del monarca, sin distinción de sexos (esto significa que el próximo bebé de Guillermo y Catalina se convertirá en el tercero en línea para el trono, ya sea niño o niña).

Las nuevas propuestas legislativas permitirían que la nobleza –básicamente los títulos y las propiedades que vengan con ellos– sean transmitidos también de esta forma al primogénito, y no sólo al hijo varón mayor.

“Parece que no nos hemos desprendido de los títulos, pero creo que ya que los tenemos, me gustaría verlos sin distinción de género,” dijo el proponente de la iniciativa de Ley en la Cámara de los Lores, lord Lucas de Crudwell y Dingwall, quien, debido a un capricho de la historia, es uno de los pocos pares por herencia, cuyos títulos pueden pasar tanto a niñas como a niños.

En Gran Bretaña, lady Clancarty y otros han empezado una petición por Internet exhortando al Parlamento a aprobar las propuestas y terminar la discriminación de sexo entre los pares hereditarios.

Recientemente, docenas de personas, incluidos los pares y las esposas e hijas de pares, firmaron una carta de apoyo en The Telegraph.

Sin embargo, muchas otras se rehusaron. “Muchos están verdaderamente preocupados”, dijo lady Clancarty. “No quieren firmar porque tienen mucho miedo de herir a sus familias. Nadie quiere enemistarse con un hermano o molestar al padre o a la madre. Hay una ley del silencio.