Amor con pasión

Keats: el poeta Tensión romántica

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Dentro de las raíces mismas del romanticismo artístico, la realizadora neozelandesa Jane Campion nos articula una seductora película que recoge los momentos más dramáticos y líricos, a la vez, de John Keats (1795 - 1821), importante poeta del romanticismo inglés, muerto a los 26 años de edad. El filme se exhibe en la Sala Garbo con su título original: Bright Star (2009).

Como fenómeno artístico, el romanticismo nació en Alemania con el movimiento Sturm und Drang ( Tormenta y Furia ) y predominará en casi todo el arte durante el siglo XIX, con el alemán Goethe como su inspirador.

Casi inmediatamente surgió el romanticismo inglés con los poetas llamados Lakistas, pero su suma lírica se manifiesta con escritores como Percy Bisshe Shelley, el gran lord Byron y John Keats, sujeto protagónico de la película inglesa que ahora comentamos, durante la vivencia de su gran amor con la joven Fanny Brawne.

Lo notable de la película no es solo que Jane Campion –también guionista– logre una biografía de John Keats, sino que también consigue una fascinante recreación de época, cuidadosa y exacta, y del ambiente en que se manifiesta la producción intelectual del artista, así como su amor y sus contradicciones.

Más que un folletín sentimental, Brigt Star es una película de fina mirada sobre el arte romántico y sobre esa angustia de todos los románticos, la de sentirse insatisfechos ante la vida misma, por lo que la muerte no solo no es obstáculo alguno, sino que es hasta deseada.

La vida de los románticos, en cada uno de sus trazos, fue un constante desacuerdo con lo cotidiano. De ahí sus signos de rebeldía, donde el sentimiento del amor, si bien muy fuerte o apasionado, bordea o se consume en las condiciones mismas de lo imposible. Es la contradicción fundamental que la directora Jane Campion logra plasmar con esta su película.

Con buena dirección de actores, este filme habría venido a menos a no ser por las tan sentidas actuaciones de Abbie Cornish, como Fanny, y de Ben Whishaw, como el joven poeta John Keats. Ese amor intenso entre tales personajes lo recogen los histriones con enorme pasión dramática, sobre todo la actriz Cornish, quien logra expresar la tensión de un amor imposible entre la calidez y el enojo.

Como película que bebe de fuentes literarias, las imágenes resultan también poéticas, con algunos encuadres realmente fascinantes. Hay hondura nostálgica en la cinta gracias a su expresividad visual y al ritmo afortunado que exhibe la narración, donde afloran la exaltación tanto como la contención de sentimientos.

Diría que, en eso, la película es también expresión digna del romanticismo, hasta con sus paisajes. Bien se dice que los románticos descubrieron el paisaje para la literatura, incluidos los cementerios. En la película, son inolvidables la secuencias con lluvia o con nieve, cuyo frío enfermizo es capaz de ser sentido.

Esta cinta también sabe detenerse como relato para embelesarnos con los versos que discurren por las voces de sus personajes. Con esos versos, las imágenes parecen obras de algún pintor romántico: Vernet, Vogel, Delacroix o Millet. Con la música no se tiene la misma sensación.

Brigh Star es película para recomendar y recomendar: afina el gusto por el buen cine. Ojalá usted no se pierda esta ocasión.