Este sábado se cumple un año de la muerte de Álvaro Vargas, guitarrista del grupo Vargas Brothers

Todavía no Según dijeron los miembros del grupo, hasta el momento no hay programado ningún concierto en homenaje a él

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“Uno simplemente no se acostumbra a vivir sin Alvarito (Vargas, guitarrista del grupo Vargas Brothers). Hace falta escucharlo tocar, hace falta verlo, hace falta hablar con él. ¡Es duro! Es que, ¿sabe qué? No le puedo decir, con palabras, cuánto es que lo extrañamos”.

Así fue como su hermano e integrante de esta agrupación nacional, Eddy Vargas, explicó que tanto para él como para la banda de rock ha sido muy difícil superar el vacío que dejó la partida de Álvaro.

El guitarrista murió hace exactamente un año, tras sufrir un paro cardíaco mientras estaba en su casa, ubicada en López Mateos, en San Sebastián.

Eddy confesó que, durante este tiempo, él y sus hermanos han pensado en qué harían o qué le dirían si lo llegaran a ver de nuevo.

“Daría absolutamente todo por tenerlo, otra vez, de frente. Es que pensar en la posibilidad de volver a verlo, me pone la piel de gallinita. Sería una oportunidad que no desaprovecharía; le recordaría cuánto lo queremos y le demostraría, con abrazos, toda la falta que nos ha hecho. Lo obligaría a quedarse con nosotros, no lo dejaría ir”, mencionó.

Al igual que él, Eduardo, hermano y otro integrante de Vargas Brothers, comentó, con una voz entrecortada: “Cuando alguien muere, uno siempre queda con las ganas de decirle muchas cosas. En mi caso, siempre he pensado que si lo volviera a ver, le diría que lo amo, con decirle eso, me conformo”.

Es tanto el sentimiento de vacío que les dejó su partida, que Eddy aseguró que hasta su guitarra lo llora. “Todos lo queremos de vuelta. De hecho, Álvaro, si me estás escuchando, te digo que tu guitarra te está esperando. ¡Vuelve, hermanito, vuelve!”.

Eddy comentó que toda la familia tiene pensado ir al Cementerio Obrero, en La Sabana, para visitar a Álvaro. “Vamos a ir tipo 9 a. m. Queremos pasar un ratito con él”.

En escena. Para nadie es un secreto que la muerte de Álvaro cayó como un balde de agua fría y, según Eduardo, ha sido muy difícil seguir adelante.

“Nos ha ido muy bien. Pero, solo por eso, no le voy a decir que ha sido fácil. El hueco que dejó mi hermano no ha sido sencillo de llenar. Él era un grande y, para ser sincero, nadie suena como él”.

A pesar de ello, él no dejó de agradecer la ayuda y el esfuerzo que Jimmy Villatoro, quien aprendió a tocar guitarra gracias a las clases que le daba Álvaro, les ha dado en este proceso. “Su soporte ha sido vital para seguir”.

Hasta el momento, según Eddy, no hay conciertos programados en homenaje a su hermano.