Transitarte 2017: San José rendida al ocio

El segundo día del Festival de Verano calentó tarde: el ingreso de visitantes incrementó después de almuerzo, cuando, finalmente, el sol brilló

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El Festival de Verano Transitarte tiene algo de lotería.

La Municipalidad de San José lo organiza con los mejores días en mente pero, con un clima errático, un súbito nubarrón puede arruinarlo todo.

La primera mañana de Transitarte –el festival abrió durante la tarde del viernes– fue fría, en tiempo y en concurrencia.

A la 1 p. m., el público alrededor de las tarimas más grandes – en el Parque Morazán y en el Parque España– era escaso.

Por la coincidencia con la hora del almuerzo, la mayoría estaba poco involucrada con los conciertos que ocurrían a su alrededor y más interesada en comer helados, churros y golosinas.

Y es que, por primera vez, Transitarte disfruta de dos mercados de comida y las señales son evidentes en manos de quienes caminan y comen al mismo tiempo (es decir, el ocio en su máximo desenfreno).

Para quienes visiten Transitarte este domingo, hay camiones parqueados al costado oeste del Tribunal Supremo de Elecciones –hay churros artesanales, ceviche y sangría– ; y el Jardín de Paz ahora está blasonado con un rótulo que lo llama “Paseo gastronómico” –allí hay granizados y comidas típicas–.

Llevarla suave

Sin prisas ni presas, el semblante urbano es otro. Casi a las 2 p. m., la primera actividad voluminosa de la tarde fue el pasacalles folclórico de la Compañía Expresiones Culturales Costarricenses que, con cimarrona y mascarada, despertaron el letargo del Paseo de Los Damos.

Sitios más íntimos como el parque España –el nuevo diseño de Transitarte lo encerró entre los puestos del Mercados de la Expresión– o el salón de actos del Edificio Metálico (Escuela Buenaventura Corrales), mantuvieron cautivo a un público ávido de teatro infantil y cuentería y no sufrieron el raquitismo de los parques.

En el Morazán, atrajo más público una presentación no programada de bailarines de freestyle urbano que el cantautor Luis Ángel Castro.

La tarde, tibia por el sol, convocó turistas que inyectaron necesaria vida al festival.

La activación del escenario circense de la Plaza de la Libertad Electoral y las peleas de la semifinal del Campeonato Nacional de Boxeo coincidieron con la puesta del sol y un tercer pasacalles a cargo de la Banda Comunal de Hatillo.

El ring de boxeo, ubicado al costado oeste del Cenac, fue una de las actividades más populares durante la tarde del sábado. Este domingo, hospedará la final del Campeonato.

Al cierre de este artículo, el parque Nacional, otrora desocupado, comenzaba a hervir, preparándose para una noche de música y, ojalá, un domingo con más convocatoria.