Quedarse sin trabajo en medio de la pandemia fue el impulso que los jóvenes costarricenses Julián Subirós y Jonathan Marín necesitaban para echar a andar un proyecto que desde hace un tiempo venían gestionando: hacer juegos para Google Play.
Antes del nuevo coronavirus, este era un hobbie del cual hablaban e intentaban desarrollar en sus ratos libres, sin embargo, sus juegos no funcionaban.
“Nosotros habíamos empezado hace un año pero habíamos tenido problemas con los juegos. En ese momento trabajábamos en una editorial de libros y ahí nos conocimos, porque ellos estaban trabajando en un proyecto informático para hacer cuestiones interactivas y como proyecto por aparte empezamos a hacer juegos para cuando lo logramos sacar no funcionaron muy bien”, confiesa Subirós.
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No obstante, desde hace un par de meses este se convirtió en un proyecto a tiempo completo al punto que ya cuentan con dos juegos en la tienda de aplicaciones de Google: Bat Boom y Smack Zombie.
También le pusieron nombre a su emprendimiento y se hacen llamar Aliencrab e incluso cuentan con una página web.
“La escuela que nosotros tuvimos fue el trabajo y ahora que yo me quedé sin función primaria esto se convirtió en mi principal inversión de tiempo, es decir, lo hicimos un proyecto más serio”, agrega.
Por un lado, Bat Boom se desarrolla en una cueva llena de murciélagos donde “los murciélagos vienen hacia uno y uno tiene que defenderse extirpándolos”.
Mientras que en Smack Zombie “uno va en un carrito uno va sobre una carretera en la que hay que matar zoombies y esquivar huecos. Si uno se va en un hueco se daña el carro. El objetivo es arrollar la mayor cantidad de zoombies posibles”.
“Es una experiencia muy bonita y que a uno le gusta mucho hacer, pero por la situación en la que estamos, también es un poco apremiante porque en este momento como estamos empezando hay cero ingresos y como es un proyecto nuevo es como que uno se está embarcando en una aventura entonces es un poquito estresante porque uno nunca sabe cuanto tiempo va a tener esta ventana abierta y en este momento estamos poniendo todo nuestro esfuerzo para llegar a las diferentes maneras posibles para ver si el proyecto funciona”, afirma Subirós.
Ambos son un complemento perfecto, ya que Subirós es ingeniero en sistemas y se encarga de que todo funcione bien. Entretanto, Marín es ilustrador y diseñador gráfico y tiene a su cargo toda la parte de la estética.
“Hasta ahora nos ha ido muy bien, nos han dicho que les parece gracioso, muy divertido, que les gusta que se pueda romper su propio récord y competir con otra gente. Intentamos utilizar elementos que sean graciosos, que la gente sienta empatía con ellos y a pesar que llevan tan poquito tiempo hay una buena cantidad de descargas y comentarios buenos”, agrega el ingeniero.
Los ticos ya se encuentran trabajando en dos juegos más. Uno de ellos ya está bastante adelantado y otro está en etapa de conceptualización.