Por partida doble, las buenas noticias se disfrutan mucho más. Ese es el caso de la visita de la Orquesta de Cámara de Israel , que se presentará el jueves en el Teatro Nacional, bajo la batuta de su director principal invitado Yoav Talmi .
Este reconocido ensamble les permitirá a los ticos volver a escuchar el trabajo de este director, quien a lo largo de su carrera ha trabajado con importantes ensambles como la Orquesta Filarmónica de Berlín, Orquesta Filarmónica de Israel, la Orquesta Sinfónica de Viena, la Orquesta Sinfónica Nacional de Costa Rica (1997 y 2011)... y la lista continúa.
A su paso por Costa Rica, durante una gira latinoamericana, la orquesta israelí interpretará extractos de la ópera Orfeo y Eurídice , de Gluck; el Concierto N.° 1 para piano y orquesta , de Felix Mendelssohn; la Sinfonía N.° 40 , de Wolfgang Amadeus Mozart, y Los crisantemos , de Giacomo Puccini, en versión orquestal de Talmi.
En este viaje, los acompaña el solista Alon Goldstein; además, entre los casi 50 músicos viaja el fagotista tico de 23 años, Isaac Leiva.
Vía telefónica desde Israel, Talmi le comentó a Viva que en el repertorio de la presentación trataron de representar tres de los periodos más importantes en la historia de la música, como el Clásico temprano, el Romántico y el Clásico, lo cual representa una maravillosa oportunidad para el público.
Son obras muy conocidas por el ensamble, que los integrantes disfrutan mucho de interpretar. Literalmente, aman este programa y, por eso, añadió el director y compositor, espera que los espectadores lo disfruten mucho.
El artista de 69 años recordó que son varias las ocasiones en que ha dirigido al pianista Goldstein, tanto con una orquesta de cámara como con otros diferentes ensambles alrededor el mundo.
“Es un pianista vigoroso, potente, pero, al mismo tiempo, es suave, capaz de hacer interpretaciones muy brillantes. Es una muy buena combinación de ambos elementos (lo vigoroso y lo suave) ”, dijo.
Al conversar acerca de esta orquesta, de la cual fue director principal titular varios años, Talmi no omitió destacar la labor del joven Leiva , como uno de los pocos integrantes del ensamble que no es israelí.
Justamente, esa es una de las características que resaltó en esta orquesta: el 95% de sus integrantes son israelíes; es decir, de músicos que sienten un privilegio por tocar en su país.
Música generosa. Con una carrera llena de éxitos, críticas favorables y haber estado a la batuta de las orquestas que los melómanos del mundo consideran como las mejores, Talmi es un director exitoso ante los ojos de cualquiera.
Sin embargo, él es quizá el más crítico de su carrera. Por eso, al preguntarle si se sentía un director con éxito, su primera reacción fue reír y, luego, explicó que eso es algo que no le corresponde afirmar.
En cambio, aceptó que para él ser un artista reconocido sí es importante, porque le permite seguir siendo invitado a diferentes orquestas, que el público lo reconozca y, agregó con un toque de buen humor, que los empresarios puedan vender más su nombre entre las agrupaciones que buscan directores invitados.
Su carrera le permite afrontar diversos retos y hacerlo con éxito. En la dirección, ya es comprobada su calidad; de igual forma, tiene composiciones como De profundis y Dachau Reflections , que sigue ejecutando por el mundo.
No obstante, hay retos que tiene pendiente, en los cuales no dejará de trabajar. Uno es incluir más creaciones contemporáneas en sus programas, especialmente israelíes.
“En esta gira, vamos a tocar una obra israelí, pero San José será uno de los lugares donde no la toquemos. Este es el reto, convencer al público de que nuestra música puede ser tan buena como la de Brahms”, aseguró el artista.
Talmi confía en que la vida le dará muchos años más para trabajar, por lo cual no piensa en el retiro; por el contrario, quiere mantenerse muy activo, tal y como lo hicieron otros, como Arturo Toscanini , quien dirigió entrados los 90 años.
“La música ha sido muy generosa conmigo, siempre estoy lleno de curiosidad por aprender y lo disfruto mucho. No me puedo imaginar sin música”, finalizó.