Ivonne Núñez y los milagros de su vida luego de que Juan Pablo II la bendijera hace 40 años

En el 40 aniversario de la visita de Juan Pablo II a Costa Rica, recordamos como la exfigura de ‘A todo dar’, Ivonne Núñez, fue aquella niña que el Papa alzó y bendijo. Ella cuenta cómo ese encuentro marcó su vida

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El 2 de marzo se conmemoraron 40 años desde que el Papa Juan Pablo II vino a Costa Rica, visita que marcó la vida de muchas personas y que las hizo sentir bendecidas. Aquel día de 1983, sin embargo, hubo quienes tuvieron un encuentro muy cercano con su Santidad, como es el caso de Ivonne Núñez, exfigura de A todo dar, que a los cuatro años vivió una experiencia que ha llenado su existencia de milagros.

Ivonne fue una de las niñas elegidas para participar en el recibimiento de San Juan Pablo II y, las vivencias de aquel momento tan especial, no se borran de su memoria.

Contra todo pronóstico, porque al ser tan pequeña todo indicaba que Ivonne se podía dormir, la pequeña se mantuvo atenta durante toda la actividad y cuando llegó su turno le entregó al Papa una figura de un campesino tallado a mano.

Toda su niñez Ivonne fue una pequeña muy activa y, según cuenta, su abuela la inscribía en diferentes grupos artísticos. Pues una señora vinculada con la agrupación de flamenco que integraba, la eligió para ser una de las anfitrionas en la importante visita. Había otras jóvenes escogidas para aquel momento, no obstante, el encuentro con la pequeña Ivonne fue memorable.

Este 3 de marzo, 40 años después, ella rememora aquel día que marcó para siempre su vida. En los momentos más duros y en los que incluso la muerte ha estado cerca, Ivonne asegura haber recibido milagros que atribuye a la bendición de ese encuentro.

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“Estaba muy niña pero tengo ciertos recuerdos que quedaron grabados por el resto de la vida. Me acuerdo del momento donde iba caminando por alfombra roja hacia el Papa. Durante el día, mientras me preparaban para actividad, también tengo la imagen de cuando yo estaba frente al espejo practicando qué le iba a decir cuando lo viera. Yo creío que era parte de la actividad decirle algo al Papa”, contó.

Principalmente, la tarea de Ivonne era entregar el presente de madera. Cuando estuvo cerca de Juan Pablo II, el Papa se agachó para estar a la altura de la pequeña, sin embargo, no fue suficiente, y la niña jaló sus ropas para que se acercara más. Esto enterneció al pontífice y lo motivó a tener un gesto con la niña.

En ese momento ella le dijo una tierna frase y posteriormente él la alzó: “Le dije que todos los niños del mundo lo queríamos mucho. Cogió el campesino de madera, se lo dio a alguien más y me alzó”, recordó Ivonne, hoy de 44 años.

Bendición para toda la vida

Antes de hablar de cómo esta experiencia marcó su vida, Ivone Núñez, abogada y una mujer de voz y palabras dulces, destaca que ella respeta las creencias de las demás personas.

“Yo, particularmente, siento que ese encuentro ha bendecido de muchas maneras mi existencia. Mi vida ha sido de altos y bajos, como la de todos los seres humanos. Sin embargo, siento que siempre hay como una estrellita que me cuida y anda conmigo”.

Ese cuidado, más allá de lo físico, para Ivonne se ha manifestado a nivel emocional y social, asegura.

“He tenido quebrantos de salud muy fuertes. Soy fiel creyente de que en ese momento de mi vida (conocer al Papa), sumado a creer en mi religión (es católica), me ha ayudado mucho y ha hecho milagros. No me considero una persona especial para recibirlo, pero siento que el encuentro con el Papa, la fe y los valores que desde chiquita me dieron, han caminado conmigo toda la vida”, comentó.

En una entrevista de La Nación, en octubre del 2021, Ivonne Núñez contó cómo sobrevivió a un agresivo cáncer de piel. Además, años después se sobrepuso, milagrosamente, de un padecimiento hepático: necesitaba un trasplante de hígado y de repente estaba sana.

-¿Relaciona ese encuentro con el Papa con los milagros de su vida?

Sin lugar a dudas. (...) Esa bendición (cuando compartió con el Papa) me ha ayudado muchísimo. Cuando tuve el cáncer de piel, el Papa estaba con vida, sé que esa bendición me acompañaba y me ha acompañado durante todo el trayecto de mi vida”.

Ivonne insiste en que no se considera una persona especial, pero sí está segura de que hay una protección que siempre la ha acompañado. “Siento esa bendición en mi vida. Porque creo en eso, es mi fe. Eso influye en todos los momentos”, agregó.

Cuatro décadas después haber tenido la oportunidad de compartir con Juan Pablo II y de experimentar uno de los momentos más memorables (y milagrosos) de su vida, Ivonne Núñez se siente “feliz, bendecida y agradecida”.