En velada mágica Topa encontró la flor multicolor

En el Anfiteatro Coca-Cola, el capitán del Junior Express regaló a los niños una velada de risas, bailes e importantes lecciones

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Como todo un superhéroe –algo loco, torpe, pero irresistiblemente agraciado–, el Capitán Topa hizo su ingreso triunfal al Parque Viva.

Tenía que entrar con todo el poder, pues ayer, en el Anfiteatro Coca-Cola, la misión de Topa y de toda la tripulación del Junior Express era titánica y ameritaba un esfuerzo importante de su parte: en medio de una isla desierta había que hallar al Árbol Abuelo y ser testigos del nacimiento de una flor muy especial.

Topa, Harmony, Josefina, Los Rulos y Arnoldo la habían buscado como locos en todo lado, pero en Costa Rica iba a ser la vencida. El pimpollo de la flor multicolor, que nace cada 100 años, estaría ante sus ojos.

Al grito de ¡Super Topa!, tal como lo proclama una de sus canciones más populares, miles de chicos y sus familias no duraron en embarcarse en la gran misión del Junior Express. ¿Quién iba a perderse tal acontecimiento?

Pues nadie, sobre todo cuando la música, los coloridos vestuarios y los bailes pegajosos del show televisivo – que se transmite por Disney Junior– se trasladaron mágicamente al Parque Viva y les acompañaron en su mágica aventura.

Solo para comenzar y encender de entrada la pasión de los chicos, Topa comenzó su espectáculo con dos temas muy populares de su programa: Dentro de tu corazón y Arte hay en todas partes.

Al frente del escenario, en hilera, sus fans cumplían su sueño de ver a Topa en vivo y no desaprovecharon un segundo de la esperada cita: las sillas no eran para ellos, lo suyo era bailar, aplaudir y cantar.

Pero no todo era vacilar. De pronto hubo un silencio para escuchar la leyenda del Árbol Ábuelo. “En otros tiempos, no había orden en las cuatro estaciones del año. Eso hacía que no existiese planta que soportara tal desorden”, contó Topa. “Pero hubo un árbol que deseaba con toda su fuerza que de él brotara una flor. La naturaleza se conmovió por eso y decidió hacerle un regalo: un pimpollo”.

Pero ojo, que el pimpollo no era cualquier pimpollo. Guarda el secreto para ordenar las cuatro estaciones del año y su florecimiento es la clave. Sin más que decir, comenzó travesía.

Con el tema  Ando buscando , Topa dio por inaugurada la búsqueda del Árbol Abuelo.

Para encontrarlo no había de otra, “había que seguir las pistas, las huellas y las señales”, como lo dice la canción.

El lío, el mensaje. En medio de la emoción Topa fue claro. El Capitán advirtió que nadie debía separarse del grupo y los Rulos no hicieron caso.

Allí comenzaron los problemas, pero también les lecciones y las aventuras.

Antes que Topa, Josefina y Harmony se dieran cuenta de la perdida de los Rulos, la misión continuó feliz. Era Primavera, hacía calor y había que cantarle esa linda estación.

Había que disfrutar el día hasta que se pudiera, porque de pronto el frío iba a arreciar. Luego el calor y otras vez el frío. ¡El clima estaba loco!

¿Qué pasaba Harmony? ¿Pasará algo con el Árbol Abuelo?

Con el tema  Soy Harmony  el personaje alivió a las preocupaciones de todos.

“Aquí estoy yo, dime lo que sea, yo te aseguro que la solución ya la llevas contigo, en tu interior”, cantó Harmony.

Y entonces, en medio de tan agraciado canto, los Rulos aparecieron y confesaron una fechoría. Durante el tiempo que estuvieron perdidos “se jalaron una torta” y los cambios de clima eran culpa suya.

Pero antes de llorar por la leche derramada y decidir sí se lo contaban a Topa había que comer algo. Para esa tarea nadie mejor que Arnoldo, el cocinero italiano.

Un pastel de banana  fue el menú ofrecido por el querido personaje. Entre bailes y gritos, los más chicos recibieron al chef y lo abrazaron con mil sonrisas.

Hubo alegría, pero después sobrevino la tristeza. El pimpollo lo habían arrancado los Rulos y estaba muriendo.

¿Será que alguien podrá hacer algo? ¿Topa? Sí, quizá Topa, el superhéroe.

Con las semillas que brotaban del pimpollo, Topa era capaz de cambiar las cosas.

Así cantó el capitán: “Me propongo el planeta cuidar. Con las pequeñas cosas puedes empezar. Si todos ayudamos la naturaleza sonreirá”. Topa agregó: “Chicos, hemos lastimado a la naturaleza, pero siempre nos da otra oportunidad”.

De inmediato Topa esparció las semillas por el Anfiteatro Coca-Cola y todos los chicos se vistieron de pequeños héroes. ¡A plantar!, el Árbol Abuelo y el mundo entero lo agradecerá.

Con el gran mensaje ecologista a los niños, el final del show se acercaba. Con los temas  Porque yo te quiero, Canta con nosotros  y Me muevo para aquí  –tres de los más icónicos del programa televisivo– , el público se puso de pie para decir adiós y aplaudir a sus ídolos. Así se despidió Topa, feliz, con la bandera de Costa Rica en la mano y con la promesa firme de volver. Sus chiquitines fans, por ahora, soñarán con el Capitán y matarán la espera pegados al tele.