El recorrido del esperado tope de Palmares, con 2,7 kilómetros, es relativamente corto si se le compara con otros donde se recorren hasta 8 km. No obstante, Minor Badilla, responsable de la organización del evento, aseguró que esa distancia será suficiente para que los verdaderos caballistas puedan lucir a sus animales.
Como es tradición, esta fiesta equina se realizará el primer jueves de las fiestas palmareñas, porque, de alguna forma, se volvió en el gran comienzo de los festejos.
Lo pactado es que al mediodía se dé el banderazo de salida. Al frente estará Luis Carlos Araya , a quien le dedicaron el tope del 2013.
Se le escogió, detalló la organización, por tratarse de alguien que contribuye al desarrollo del cantón. Adicionalmente, Araya es un reconocido caballista, dijo Badilla.
Luego, vendrán el resto de los orgullosos jinetes y un variopinto grupo de razas de animales, como caballos cuarto de milla, costarricense de paso, iberoamericano, andaluz y frisones, entre otros.
Las expectativas de la Asociación Cívica Palmareña, organizadores de las fiestas, son siempre altas. Este año esperan convocar a 4.000 caballistas, un 10% más que en el 2012.
Recorrido. El recorrido es el ya conocido: comienza en la calle de entrada al cantón, en la zona conocida como la recta; de ahí se dirige al corazón de Palmares y finaliza en el campo ferial.
“Espero que la filosofía de la asociación de orden y buen espectáculo se cumpla. Que el tope guste, que se desarrolle sin inconvenientes, que los asistentes disfruten el tope y se sientan seguros”, aseguró Minor Badilla.
Para facilitarles a los caballistas la tarea de inscribirse, los organizadores realizarán el proceso de dos formas. La novedad será que los interesados podrán pagar su derecho a desfilar en el sitio de Internet www.specialticket.net .
La otra opción para cancelar los ¢17.000, es hacerlo el mismo día del tope. En el campo ferial, donde está la zona de descarga para animales, se instalarán ocho puestos para la inscripción.
La Asociación espera que este año disminuya aún más la cantidad de caballistas que desfilan sin pagar su derecho. Para lograr su objetivo, la asociación organizadora instalará filtros para que solamente los jinetes inscritos puedan ingresar al tope.
Una vez que las herraduras se comiencen a escuchar en el asfalto de Palmares, se activará otro dispositivo para el buen desarrollo de la actividad, lo cual consiste en dosificar la cantidad de caballistas que ingresen a la zona del recorrido.
Esto permitirá evitar la aglomeración de animales. Además, será la herramienta ideal para que los caballistas más diestros luzcan los ejercicios de alta escuela (adiestramiento que permiten ver pasos o trotes de gran belleza) de sus caballos y yeguas, lo cual se traducirá en un espectáculo llamativo para los asistentes.
Seguridad. Mantener el orden de este pachangón equino para espectadores y caballistas será responsabilidad de 174 oficiales de seguridad privada y unos 500 miembros de la Fuerza Pública.
En cuanto a temas paralelos, como el control del consumo de alcohol durante el recorrido, Badilla mencionó que fuera del campo ferial es competencia de la Municipalidad regular o restringir el consumo de bebidas etílicas.
El aseo también está contemplado en esta actividad; por eso, después que el último de los caballos pase por el trayecto, detrás irá una cuadrilla de hombres armados con escobones, palas y un camión cisterna, que lavarán las calles, para evitar los molestos olores de los excrementos que suelen abundar.