Con el Mundial de Fútbol a la vista y la Selección de Costa Rica ya clasificada, es momento de irse familiarizando con la cultura brasileña, y qué mejor forma de empezar que deleitándose por el estómago. Un chef reconocido en su país, Aimar de Paula , con 23 años de experiencia y profesor de cocina en Argentina, Uruguay, Francia, y actualmente en Italia, hizo escala en nuestro país, y desde el restaurante Fogo Brasil en La Sabana, preparó dos platos típicos que simbolizan la gastronomía brasileña.
Según De Paula, uno de los platos más antiguos de su país es la feijoada (frijolada). Este delicioso manjar proviene de África, traído por las costumbres de los esclavos que llegaron a la costa del Atlántico en los tiempos de la colonización.
“Se dice que los grandes señores de la casa se comían en sus banquetes la mejor parte del cerdo, y los restos se los daban a los esclavos; de ahí nació la feijoada” , dijo el experto.
“Consta de frijoles negros y un rejuntado de carnes. Básicamente de cerdo, pezuña de cerdo, lomo, rabo, costillas, orejas, y si desea puede agregarse algunas carnes de res o pollo. Tradicionalmente se acompaña de arroz blanco, rodajas de naranja, harina de yuca y torresmo (que para nosotros sería el popular chicharrón)”, contó el chef.
Este plato –muy popular en todos los estratos sociales de la potencia suramericana– lleva su trabajo prepararlo, pues hay que dejar la carne lista uno o dos días antes. Tiene la particularidad de que, en Brasil, solo se sirve los miércoles y sábados.
“Ese plato lo consigues solo esos días en los restaurantes. ¿Por qué?, no lo sé. Dicen que es muy pesado”, añadió de Paula.
El segundo platillo es mucho más costero, moqueca de marisco (mezcla de mariscos). Proveniente de la región noreste del país de la samba –Salvador de Bahía y Pernambuco– es una receta rápida de cocinar.
“Son mariscos (pescados, camarones, cangrejos, ostras o mejillones) muy cocidos con vegetales, pimentón, leche de coco, aceite de dendé (extraído de una pipa muy pequeña) y gran variedad de especies. Se puede acompañar de arroz, ensalada verde y harina de yuca”, explicó el experto.
El plato se puede cocinar en 30 minutos.