Balance board: El arte del equilibrio sobre una tabla

Se dice fácil pero alcanzar el equilibrio sobre una tabla mientras esta se desliza sobre un cilindro, no es tarea sencilla; ese es el desafío del balance board , una disciplina que suma seguidores en el país, principalmente entre adolescentes y jóvenes de 25 años. Algunos de ellos son fans del surf o del skateboarding

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Parece sencillo, pero Jesús Leiva asegura que lograr el equilibrio sobre una tabla de balance board requiere mucho esfuerzo físico y mental; al alcanzarlo, la recompensa es la satisfacción de superarse a sí mismo, aderezado con algo de adrenalina al evitar caer.

Como este joven de 22 años, en el país cada semana aparecen más seguidores de esta disciplina que invierten minutos, incluso varias horas diarias, balanceándose sobre una tabla de madera.

Estas suelen ser de 30 centímetros de ancho y de unos 70 centímetros de largo, las que están en contacto con un cilindro de plástico o madera.

Sebastián Vásquez, entusiasta del balance board y cofundador de la marca Monocafé , sabe que encontrar el balance sobre la tabla es algo que casi todos los principiantes logran el primer día. Pero esa es la parte más fácil; a partir de ahí se dificulta al querer desarrollar trucos, como pararse de manos sobre la tabla o caminar con los pies cruzados, sin perder el equilibrio.

”Yo diría que lo más importante para aprender es quitarse el miedo, no pensar apenas se ve la tabla que uno se va a caer. Luego viene la parte en que cada persona encuentra su punto de equilibrio”, dijo Vásquez.

Larissa Cortés, de 19 años, es una de las personas que encontró en el balance board una forma de invertir su tiempo y pasarla bien.

Ella lo descubrió dos años atrás cuando acompañó a su hermano a una competencia de skateboarding . Pero fue hasta cinco meses después, cuando –con cédula en mano– entró en un bar y se volvió a encontrar con gente que practica esta disciplina.

“Vi a varias personas practicando, traté de copiarlos y con varios amigos nos pusimos a entrenar. Como casi no me gustaba salir, me compré mi tabla y más bien mis compas llegaban a la casa a practicar.

”Me gusta porque es una opción para liberarse, quitarse el estrés y también es bueno porque se hace mucho ejercicio”, afirmó Cortés.

Conforme pasa el tiempo, los fiebres desarrollan trucos y como es una sana competencia, la principal motivación para avanzar es hacerlos más complejos.

Aún no tienen nombre, como sí ocurre en el skateboarding o surf , pero varios de estos buscan desafiar la física. Algunos tratan de estar en balance en un solo pie o incluso poner la tabla en lugares altos, para hacerlo más extremo.

El comienzo local. Diseñadores de tablas y devotos de su práctica, coinciden en que es una disciplina que nació con un carácter muy urbano.

Algunos, como Kevin Thorhauge, de Spiral Balance Board, recuerdan que fue en diferentes bares capitalinos, como la desaparecida Chicha de San José, o el bar Roots, en San Pedro, donde esta disciplina se comenzó a mostrar públicamente.

Para algunos de sus adeptos, este tipo de práctica nació como una forma de entrenamiento físico en Norteamérica; otros hablan que fue una alternativa para que los surfistas entrenaran en días de lluvia.

Vásquez insiste en que aún no es un deporte, porque carece de muchos elementos que lo caracterizan como tal. Pero sí se está volviendo cada vez algo más competitivo, por lo que en unos años podría serlo, similar a lo que pasó con el skateboarding .

Sin embargo, ya hay quienes conociendo su potencial y tomando en cuenta su paulatino crecimiento, están desarrollando competencias de balance board . Estas, a su vez, estimulan la creación de equipos.

Joel Arguedas, miembro del Fauna Balance Board Team, explicó que en las competencias se comenzaron a establecer algunas reglas.

Cada participante tiene tres minutos para realizar sobre su tabla el mayor número de trucos posibles, y cuánto más complejos mejor. La regla de oro es que nunca, durante esos 180 segundos, se puede tocar el suelo.

Andrés Madrigal, fundador de la marca Fauna Balance Board y organizador de un campeonato local, explicó que estas actividades quieren tentar a un público joven para que lo pruebe y practique.

Además, añadió Madrigal, espera estimular el desarrollo del balance board entre los que ya llevan cientos de horas evitando tocar el sueño.

El próximo campeonato será el 31 de mayo, en el bar Vibes de Heredia. A las 3 p. m., para menores de edad, y a las 6 p. m., para adultos.

Su práctica sigue estrechamente ligada a bares, pero fans como Jesús Leiva asegura que es una experiencia estimulante tomar la tabla e irse de ride cerca de un río, a la playa, en una montaña y ponerse a practicar.

Por unos instantes todo se olvida, solo importa encontrar el punto de equilibrio y, al final, celebrar con los amigos el triunfo.

¿Peligros?, todos insisten que es más seguro que el skateboarding , pero recomiendan practicarlo en lugares donde no existan sillas o mesas cerca, porque, inevitablemente, no siempre se le gana a las leyes de la física y todos regresan al suelo.