Con menos azúcar y grasa que un queque tradicional, los muffins son una alternativa diferente para comenzar la mañana.
Aquí no hablamos del muffin inglés –una especie de pan frito de sabor neutro–, sino del estadounidense, que es el que se hace horneado y que parece más un pastel pequeño.
“Para los estadounidenses, un muffin es un pan rápido (de preparar y comer), que se sirve para el desayuno o la cena, porque hay dulces y salados, y se pueden disfrutar en todo momento. Son tan importantes que tres estados tienen su muffin oficial: Nueva York, el de Manzana; Masachuttes, el de maíz y Minnesota, el de arándano”, explicó Beberly Thacker, agregada cultural de la Embajada de los Estados Unidos en Costa Rica.
La pastelera tica-estadounidense Cali Roberts, propietaria de la panadería artesanal The Whisk, explicó que estos panes siempre llevan frutas frescas, semillas secas y, algunas veces, harinas de trigo, maíz y avena.
Esta combinación de ingredientes da como resultado un pastel más seco en comparación con sus similares ( cupcakes y magadalenas).
El objetivo es que los comensales lo acompañen con mermeladas frutales y mantequilla con maple o miel de abeja, para enriquecer su sabor.
La variedad de los muffins no se limita a endulzar el paladar de quien lo prueba; entre sus recetas hay variaciones hechas con quesos como cheddar , mozzarella , así como vegetales, embutidos y tocineta.
Para toda ocasión. A muchas personas les gusta desayunar un muffin por su tamaño y portabilidad. Sin embargo, esa no es su esencia.
Roberts explicó que tradicionalmente se sirven como parte de los numerosos platos que conforman un brunch (comida fuerte que se hace en lugar del desayuno y el almuerzo).
“Usualmente, forman parte de una mesa en la que también hay panqueques, waffles , salchichas y huevos. Es una comida completa”, destacó la pastelera.
La forma más adecuada de consumirlo es caliente y acompañado con su bebida favorita.
“En Costa Rica, la gente se los come solos, pero la forma tradicional de hacerlo es servirlos calientes, partirlos por la mitad y ponerles la salsa que más le guste, incluso queso de cabra”, aseguró la experta.
Para ella, una de las razones que han hecho que los muffins sigan siendo favoritos a la hora de desayunar, tiene que ver con las emociones que estos producen.
“Un muffin te traslada a la niñez, a esas épocas en las que las mamás cocinaban en casa, al sabor de las frutas frescas y más aún a la época en la que se podía comer sin ningún remordimiento”, aseguró.
Si no ha probado un muffin , inténtelo, puede ser amor a primer bocado.