Dior presentó seductora colección invernal en París

Majestuoso. En la colección aparecieron estampados y muchos tonos intensos, además de algunas rayas verticales oscuras

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París. AFP. Dior presentó este viernes su colección otoño-invierno llevando a la pasarela toda esa experiencia de su taller de costura.

Saturada de accesorios –carteras y anteojos–, la mujer de París a la que está dedicada esta colección de prêt-à-porter seduce y se divierte con escotes osadamente descubiertos para la estación. Con los labios pintados de negro –tendencia observada en otros desfiles–, las siluetas dan el tono de una mujer lúdica, excéntrica y seductora.

Tras la renuncia de Raf Simons en octubre de 2015, los suizos Lucie Meier y Serge Ruffieux encargados de la casa de modas, se dedicaron a jugar con los códigos de la marca fundada en 1946 por el legendario Christian Dior.

Una clásica chaqueta Bar abrió el desfile combinada con una falda de lana. El negro se reitera en modelos que evocan otros clásicos.

“Los códigos de Dior son tan fuertes y presentes que es fácil jugar con ellos”, comentó Ruffieux, de 39 años. “Dejamos vivir la prenda, posarse, ni demasiado rígido, ni demasiado estricto”, explicó Meier, de 33 años.

El desfile se presentó en el patio cuadrado del Louvre, donde Dior instaló un gigantesco cubo de superficies espejadas.

En su interior, un decorado retrofuturista de anillos y espejos creaba una impresión de infinito, un poco como en la serie norteamericana de los años 1960, "El túnel del tiempo".

Fue en ese marco deliberadamente intemporal que la colección declinó referentes de la marca.

Tras las variaciones en negro, no tardaron en aparecer estampadas las flores tan amadas de Monsieur Dior.

Elegantes tapados cashmere color camello con efectos de drapeado y cuellos de piel evocaron por momentos la elegancia de los años 1940 que vieron nacer la legendaria casa tras la II Guerra Mundial.

El presidente de Dior, Sidney Toledano se mostró más bien satisfecho de la experiencia y el trabajo de los suizos.

"Se expresaron en un espíritu Dior y de nuestras numerosas clientas que estaban aquí se escucharon reacciones sumamente positivas", dijo.

Todo parece indicar que la casa no está tan apurada en nombrar a un nuevo director artístico para suceder a Simons, contratado en 2012 tras el escándalo que puso fin al reino de John Galliano, condenado por insultos racistas en un bar de París.

De momento, es como si la casa quisiera tomarse su tiempo antes de confiar sus riendas a otro creador.

"Ya veremos", dijo Toledano. "No nos pronunciamos por ahora al respecto, pero en todo caso saludo el trabajo formidable y el rigor en la búsqueda de la calidad". Entonces, los suizos ¿una solución definitiva? Por ahora, dijo circunspecto el presidente de Dior , "están inmersos en esta casa que tiene sus principios. Después ya veremos".