ColaboradoraA sus 45 años, la sexy anfitriona de televisión y modelo, Daisy Fuentes, confiesa que sus inseguridades comienzan a surgir.
“Una mujer de 45 años en este negocio que se trata de belleza, que se trata de juventud... ¡Claro que tengo mis inseguridades! ”, confesó la cubana a la agencia de noticias Associated Press (AP).
“Hablamos que la belleza viene de adentro, pero creo que todas sabemos que es importante lucir bien, y al lucir bien te sientes mejor”, agregó.
Fuentes, quien es considerada por muchos como una de las mujeres más bellas en América Latina, cree en mantener la salud sin dietas ni obsesiones.
¿Cómo hace para seguir luciendo un buen cuerpo? Ella dice que el secreto está en tener hábitos consistentes con un estilo de vida salusable. “Yo no oí la palabra dieta hasta que tenía 22 años”, aseguró.
Prensa rosa. Aunque trata de ser fuerte y no poner atención a lo que dicen de ella, reconoce que a veces es “demasiado” lo que tiene a su alrededor.
“A mí me sacan unas fotos y ponen lo peor... y lo que dicen de mí (en las publicaciones de farándula sensacionalistas) son barbaridades. Ya estoy más acostumbrada porque soy una mujer hecha y derecha, pero sí afecta, especialmente cuando tienes días en los que no estás muy fuerte”, señaló la celebridad, quien fue la primera conductora latina en la cadena MTV.
En los días en que se siente más afectada, lo que hace es enfocarse en lo que realmente es importante para ella: “Para mí la felicidad es mi familia”.
Este es el mismo consejo que le brinda a los jóvenes, ahora que es narradora en español de una serie de documentales sobre salud que forman parte de la serie EMPUJ3 .
Apoyo a los jóvenes. Esta nueva producción sigue la vida de tres jóvenes latinos que, para mejorar su salud y su condición física, reciben asesoría de célebres atletas como Gerard Piqué, Ary Núñez y Henry Cejudo.
Fuentes le contó a AP que decidió involucrarse en el proyecto con el fin de inspirar a los jóvenes y promoverlos a vivir mejor. “Me parece una gran idea”, opinó.
A Daisy le preocupan las alarmantes cifras de obesidad entre los jóvenes, pero también considera un peligro la amenaza de la anorexia y la bulimia, y hasta las cirugías plásticas en las adolescentes.
¿Cómo se podría apoyar a los muchachos? Ella sugiere una alianza solidaria entre las mujeres y exhorta a las madres a cuidar su vocabulario y cambiar la palabra dieta por costumbres alimenticias.
“¡Qué gorda estoy! ¡Qué fea! ¡Qué asco! ... Todo eso que uno está diciendo lo están escuchando las niñas. Eso hace que estén empezando con esa obsesión de estar delgadas a una edad mucho más temprana”, criticó.