Vuelve a Moscú el director del Bolshói atacado con ácido hace nueve meses

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Nueve meses después de haber sido atacado con ácido por encargo de uno de sus bailarines, el director del mítico ballet del Bolshói, Serguéi Filin, regresó ayer a Moscú con graves problemas de visión, pero con muchas ganas de volver con la compañía.

Filin tiene pensado asistir, el próximo día 17, a la concentración de la "troupe" previa al inicio de la temporada, según anunció esta semana la encargada de prensa del ballet, Katerina Novikova.

Aunque en principio la directora artística del ballet, Galina Stepanenko, será la encargada de presentar los proyectos, Novikova no excluyó que sea el propio Filin quien lo haga.

"Stepanenko estará allí en cualquier caso, pero si Filin viene, él mismo presentará los planes del ballet", afirmó la responsable de prensa.

Los médicos del prestigioso hospital universitario de la ciudad alemana de Aachen, donde Filin ha sido tratado desde hace más de medio año, acordaron darle el alta para que pudiera viajar, habida cuenta de los grandes progresos logrados en su recuperación, según un portavoz del centro.

El director artístico del legendario ballet quedó prácticamente ciego a raíz del brutal ataque ocurrido en la noche del 17 enero, cuando un sicario, presuntamente contratado por el bailarín Pável Dmitrichenko, le arrojó ácido a la cara.

Filin ingresó en el hospital alemán con quemaduras de tercer grado en la cara y un ojo quemado, y desde entonces ha sido sometido a más de 20 operaciones.

Aunque hace solo mes y medio con el ojo derecho no veía nada, y con el izquierdo apenas llegaba a un 10 por ciento, en este tiempo los médicos han logrado "grandes progresos", hasta el punto de que con el ojo izquierdo ya ha logrado una agudeza visual del 80 por ciento.

El tratamiento del otro ojo no ha concluido y únicamente distingue bultos, según el portavoz del centro sanitario.

El brutal ataque con ácido, que sacudió los cimientos del más prestigioso ballet ruso y dejó al descubierto las envidias y rencillas ocultas tras las mallas y "tutús", no amilanaron a Filin, que hace unas semanas se mostraba deseoso de volver al trabajo.

"A día de hoy, y si se mantiene la tendencia que se observa en el ojo izquierdo... entonces ya a mediados de setiembre podré volver al trabajo y abrir la temporada en el teatro Bolshoi", dijo Filin, en una entrevista con la televisión rusa.

"Por supuesto, tendré que operarme tantas veces como sea necesario, y este proceso de curación va a ser muy largo. Pero entretanto puedo volver a Moscú y trabajar en el teatro Bolshói", insistió.

En este tiempo no ha dejado de trabajar desde el hospital y de comunicarse con sus colegas, entre ellas con la directora Galina Stepanenko, con quien ha hablado regularmente por Skype.

En paralelo a la rehabilitación del director del Bolshói, sigue su curso la causa judicial contra el bailarín solista Pável Dmitrichenko, presunto autor intelectual del crimen, así como contra el autor material y el hombre que le condujo al escenario del ataque.

Los tres están en prisión preventiva y recientemente fueron acusados formalmente del delito de "causar un gran daño a la salud", con lo que se enfrentan a una petición de 12 años de cárcel.

Según la acusación, el bailarín habría encargado el ataque contra Filin al considerar que el director de la compañía relegaba a un segundo plano a su esposa, la también bailarina del Bolshói Angelina Vorontsova.

El juez del caso anunció que se cerraba la instrucción y dio de plazo hasta el lunes 16 para que Dmitrichenko pueda familiarizarse con los nueve tomos del sumario.

El bailarín se mostró conforme y aseguró que no tiene intención de dilatar el proceso ya que ello sólo le supondría más tiempo tras las rejas. "He calculado que tengo que leer una página cada 92 segundos", afirmó.