Violencia impregna el Beso del tiburón

Novedad Mañana, lunes, se estrena la obra reciente del dramaturgo nacional Melvin Méndez, en el Teatro 1887

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Cansado de ver cómo aumenta el número de mujeres asesinadas por sus parejas, el dramaturgo Melvin Méndez decidió poner su cuota para luchar en contra de esta situación. Así escribió El beso del tiburón, obra que se estrena mañana y da voz a una víctima de violencia.

La creación se presentará en el Teatro 1887, como parte del programa de lecturas dramatizadas Lunes de Teatro, que organiza la Asociación de Grupos Independientes de Teatro Profesional (Agitep).

En El beso del tiburón participarán las actrices Mónica Hernández, Ana Ulate y el propio Méndez. Luego de la lectura, el dramaturgo presentará la obra con un montaje completo con su grupo El papel proyectos teatrales, en setiembre.

La propuesta del dramaturgo presenta a María (Mónica Hernández), una mujer que con serenidad comienza a reunir en su cuarto sus pertenencias, aquellos objetos que hablan de quién es y de cómo vivió sus últimos años.

Estando en ese lugar –sitio que compartió con su esposo Juan (Melvin Méndez) por años– comienza a repasar su vida matrimonial y a hilar cómo fue ingresando a un círculo de violencia.

Entre el edredón de su cama, el armario, el espejo y muchos objetos más vuelve a vivir experiencias de su vida junto a su padre, anécdotas en la clase de educación religiosa y hasta vivencias con sus abuelos.

Cada recuerdo la llena de risa, pero en especial de mucho sufrimiento en manos de Juan. De a poco el espectador descubrirá que las agresiones contra María la llevaron a un punto de no retorno.

Realidad. El dramaturgo Melvin Méndez aseguró que la terrible realidad del país y el incremento constante de asesinatos de mujeres en manos de sus parejas, fueron su inspiración para escribir El beso del tiburón.

“Es alarmante (la cantidad de asesinatos de mujeres) y es algo que está ocurriendo en todos los estratos sociales. Las mujeres ya no son solo agredidas sino que son asesinadas”, aseguró Méndez.

Con esta obra, el autor busca que la población tome conciencia de esta problemática.

Esta propuesta, que comenzó a escribir en el 2008 y que se publicó en el primer semestre del 2009 en la revista Escena de la Vicerrectoría de Acción Social de la Universidad de Costa Rica, es calificada por su autor como teatro de lo inmediato, porque refleja lo que ocurre en la actualidad. Además está escrita como una denuncia directa.

Para contar El beso del tiburón, el actor primero pensó en una mujer asesinada que, desde el más allá, relatara su historia.

Pero su idea original dio un giro que consideró importante. En lugar de tener a una protagonista que contara como la mataron, expone a una víctima de violencia que encontró la fuerza necesaria para salvar su vida y la de su hijo.

Lo que no cambio fue la idea de que la protagonista se interpretara a sí misma en distintos momentos de su vida.

Como dramaturgo, los temas con impacto social están presente en la obra de Méndez. Incluso el tema de la mujer víctima ya fue tratado en su obra Eva, sol y sombra (1989), pero el mismo escritor y actor aseguró que la realidad que reflejo en ese texto está lejos de la que viven las mujeres actualmente.

El autor aseguró que esta obra lo deja ver como un autor con más madurez, en la que muestra un uso mayor de la ironía, el sarcasmo y, ante todo, se vuelve más rudo para describir la realidad, sin llegar a ser aburrido.