Victoria Montero juega con la energía y la belleza del vidrio

Medios expresivos Radicada en Nueva York, Victoria Montero se dedica a la escultura, aunque también trabaja en pintura y fotografía

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

El jurado de los Premios Áncora decidió otorgar la presea correspondiente al Arte Tridimensional a la exposición Vidrio de la tormenta , de la artista costarricense Victoria Montero. Dicha exhibición se ofreció en el Museo Rafael Ángel Calderón Guardia en febrero y marzo del 2013 y constó de 16 esculturas de diferentes formatos.

Victoria Montero es una artista de amplia trayectoria en el país y obtuvo, en 1996, el Premio Aquileo J. Echeverría en Escultura. Su obra se ha caracterizado por un planteamiento renovador.

Desde el inicio, Victoria Montero ha explorado con materiales diversos, creando una obra predominantemente ensamblada, que muchas veces también reúne partes de talla.

Vidrio de la tormenta tuvo precisamente al vidrio como material fundamental. En este caso no fueron vidrios comprados para las obras, sino vidrios rescatados de los ríos; en otras palabras: basura.

De esa manera, la artista planteó, como eje de la propuesta escultórica, la importancia de limpiar la naturaleza, muy contaminada por el ser humano, y dar utilidad a los materiales encontrados, hacerlos valiosos y brindarles nuevas formas y nuevos significados.

Los fragmentos cobraron forma gracias a la creación de “redes” metálicas, lineales contenedores que por su composición generaron una textura a la vez táctil y visual. Algunas obras incluyeron también pintura; otras, sobre todo las de figuras humanas, cabezas talladas por la artista o recuperadas.

Las piezas presentadas ofrecieron además otro elemento que hizo realmente interesante la propuesta Vidrio de la tormenta : el hecho de que algunas se ubicaron en el límite que existe entre lo que se considera una creación escultórica y lo que es un objeto utilitario –tanto por la técnica de la manufactura como por el uso que se le da–.

Vidrio de la tormenta fue una exposición renovadora dentro del medio costarricense, coherente en el aspecto material y en el conceptual.

Victoria Montero transmitió gran fuerza expresiva, así como sutileza, y evidenció un trabajo meticuloso. La artista logró cumplir los objetivos que posiblemente se había planteado.