En 60 años de trabajo ha cosechado halagos y críticas. Esa es la realidad del Teatro Universitario, agrupación que celebra sus seis décadas de vida con el estreno de obra Oxígeno .
En este tiempo, la agrupación vio pasar por sus filas actores de renombre, jóvenes estudiantes apasionados por las artes escénicas se integraron y también histriones a los que el país olvidó fácilmente.
Desde su quehacer le da espacio a la denuncia social y a la formación de espectadores.
Con su usual franqueza, Alberto Cañas, periodista y dramaturgo, aseguró que el aporte del Teatro Universitario es “importantísimo” para el país. Asegura que a esta institución se le debe la creación del teatro de Costa Rica.
Por su parte, Manuel Ruiz, actual director de la agrupación, asegura que una de las principales contribuciones del Teatro Universitario es la búsqueda y experimentación de nuevas formas expresivas. “Estamos llamados a tratar de romper con las formas tradicionales en que se hacen las cosas en los escenarios (...) El principal aporte es ser teatro laboratorio profesional”, detalló .
Por su parte, William Venegas, crítico de cine y en ocasiones de teatro, se suma a los comentarios que valoran positivamente el trabajo de los universitarios. Para él, es una agrupación que históricamente aportó renovación artística y de actores, además de alimentar el espíritu crítico en el público.
“Hoy, solo hace lo último (alimentar el espíritu crítico): es conciencia lúcida en temas sociales, pero sin calidad dramática”, aseveró Venegas.
Sin sentirse un juez, simplemente alguien más que expresa una opinión, Guido Sáenz, exministro de Cultura y exprofesor de teatro, aseguró que el Teatro Universitario no es la agrupación que se esperaba en sus comienzos.
Sáenz, además, consideró que la producción actual del grupo es débil, con pocos aportes o participación en el quehacer teatral.
Pese a que reconoce importantes aportes, Cañas también fue directo al decir que a la agrupación le dejó de interesar el público.
“En los últimos años, se han dedicado a experimentar y no les interesa el público, no proponen cosas que le interesen al público (...) En la ciencia, de 100 experimentos uno sale bien y ya no están dando teatro, a veces logran cosas buenas, pero no tienen continuidad”, aseguró Cañas.
El crítico Venegas también dijo que uno de los retos del grupo es autoevaluarse, saber que necesitan hacer un cambio y tratar de “resucitar”.
No obstante las críticas, el director Ruiz aseveró que el rumbo del grupo seguirá orientado a nuevas búsquedas.