Sotavento quiere incomodar al público con Un curso de milagros

Estreno El grupo de teatro lleva su nueva puesta a espacios como mercados, edificios patrimoniales y cárceles, para buscar reflexión

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Aunque les tiren tomates, los denuncien con la policía o los tachen de inmorales, el grupo de teatro Sotavento está listo para llevar su nuevo espectáculo Un curso de milagros por unos 20 espacios no convencionales, para presentar espectáculos escénicos.

Cuando la obra aborda de forma muy realista el consumo de drogas, las relaciones entre parejas del mismo sexo y la sátira de aquellas personas que se dejan estafar por falsos profetas o brujos, Gustavo Monge , director del grupo, sabe que alguien tendrá algo qué decir.

Eso es lo que esperan, además, no sería nada nuevo para ellos, porque de todo les ha tocado vivir en su conflictiva forma de expresar sus ideas artísticas. Monge, a manera de referencia, es quien llevó una imagen de la Virgen a la llamada Marcha de las Putas , en el 2011.

El estreno será mañana en Heredia, y de ahí en adelante se presentará en escenarios tan distintos, como un mercado o un edificio donde muchos afirman que asustan por las noches, en Cartago.

La obra es original de Enrique Olmos de Ita, autor mexicano con el que los ticos ya trabajaron . En esta propuesta de comedia oscura, como la llama su director, el espectador verá la relación entre dos mujeres, donde el sexo, los juegos de poder, la violencia, la adicción a distintas drogas y el engaño son el aderezo para presentar la obra.

Amor de mujer. La protagonistas son dos mujeres de esas que la sociedad prefiere ignorar, ya sea porque se ganan la vida como prostitutas, ladronas o porque no son responsables al cuidar de sus hijos.

Cansada de tanta miseria, abuso de su pareja y de reclamos, una de ellas encuentra un libro que le promete enseñar a hacer milagros. Ella comienza a soñar con engañar a cualquier tonto que se le aparezca.

A pesar de las burlas, la mujer no solo pone en marcha su plan, sino que consigue clientes, todo en medio de situaciones absurdas y claras muestras de abuso de todo tipo.

“Es un espectáculo entretenido de ver, pero, además, reflexiona la forma en que se conforma la sociedad tica; también podrán reaccionar en vivo a un montón de cosas, como las relaciones lésbicas sucediendo en vivo, las drogas y situaciones ante las que tendrán que tomar una posición”, detalló Monge.

Para Sally Molina y Lady Montero , protagonistas de la puesta, la obra es un reto importante. Tienen que enfrentarse en cada función a un espacio distinto, en el que no ensayaron anteriormente. Eso las hará reaccionar e improvisar para concretar la puesta en cada comunidad que visiten.

Además, en cada función participarán en promedio 20 espectadores, esto porque los espacios serán en algunos casos pequeños, o estrechos, y quieren asegurarse que quienes entren a Un curso de milagros, vean bien la puesta.

Otra de las particularidades del espectáculo es que irán revelando los lugares de cada función un par de días antes de las mismas, desde la cuenta de Facebook del grupo www.facebook.com/SotaventoTeatro.

Por ser un proyecto ganador del Programa Nacional para el Desarrollo de las Artes Escénicas (Proartes), la entrada será gratuita, pero hay que llegar temprano para asegurarse un campo.