Roma EFE Los arqueólogos italianos trabajan para desvelar el misterio que ha surgido de las entrañas de la tierra: conocer por qué en el siglo XIII enterraron a una mujer con siete clavos de 4 cm en la boca.
Los arqueólogos que desde hace meses trabajan en un cementerio del 1200 en Piombino, en la región central de Toscana, realizaron un increíble y misterioso descubrimiento cuando en la boca del cadáver de una mujer hallaron siete clavos curvos, de 4 cm, y otros 13 que clavaban su ropa al suelo. Los lugareños la denominaron “la bruja de Piombino” .
Quién era esta mujer y, sobre todo, por qué se le castigó con este gesto simbólico son las preguntas que se hacen los responsables de las excavaciones.
“Este es un descubrimiento atípico. No había visto nada igual”, afirma Alfonso Forgione, profesor de la Universidad del Aquila y uno de los responsables de la excavación. Según él, se pudo tratar de un rito de exorcismo arcaico, pues se dice que hace ocho siglos, frente al mar del golfo de Baratti, se enterró sin ataúd y con un macabro rito a una mujer de entre 25 y 30 años.
Para Forgione, podría tratarse de una mujer con problemas físicos o mentales, a la que en plena Edad Media “se calificó de ser un individuo maléfico o una bruja” .
Al lado de la supuesta “bruja” también se encontró el cadáver de otra mujer a la que habían enterrado junto con un saquito con 17 dados de juego.