Rojo eclipse de Luna

El domingo 27 de septiembre habrá un eclipse total del satélite de la Tierra

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Hoy, entre las 7:07 p. m. y las 10:27 p. m., se producirá el cuarto y último eclipse de la tétrada (grupo de cuatro eclipses totales consecutivos) que se inició el 15 de abril de 2014. Deseemos que el cielo permanezca con poca nubosidad para poder apreciar todas sus etapas. Ni la hora del eclipse ni la altitud de la Luna serán problemas, y proporcionarán además una nueva oportunidad para conseguir un bonito recuerdo con fotografías o con videos.

En el próximo año, 2016, no habrá ningún eclipse lunar visible desde nuestro país...; bueno, excepto un fenómeno poco común y todo un reto de observación. Nos referimos al tránsito de Mercurio a través del disco del Sol, aunque, por ser una “peca” móvil, no cuenta como un eclipse. Aquel paso se producirá el 9 de mayo desde la salida del Sol (5:16 a. m.) hasta las 12:42 p. m.

Gran familia. El eclipse total de Sol más cercano en tiempo y distancia ocurrirá el 21 de agosto del 2017; cruzará el territorio de los Estados Unidos, pero será mucho menos especial que el visto en nuestro país el 11 de julio de 1991.

Primero les contaré algo sobre la familia de este eclipse: sus “ascendientes” y “descendientes”.

Su apellido astronómico es Saros-137 , una familia de eclipses lunares que empezó con un eclipse penumbral, difícil de distinguir de la Luna llena no eclipsada. La “familia” nació con el eclipse del 17 de diciembre de 1564 y concluirá con otro similar el 20 de abril del año 2953.

Como todas, esa familia comparte ciertas características físicas distintivas; así, todos los eclipses se producen cerca del nodo descendente de la órbita lunar, pese a que son 35 eclipses penumbrales, 15 parciales y 28 eclipses totales. El eclipse de hoy es el vigésimo sexto de su serie. Los nodos son los puntos donde la órbita de la Luna cruzan la órbita de la Tierra.

También existen unos “primos”, los de la serie Saros-137. La componen solo eclipses solares, en cuya familia también hay parciales, anulares, totales e híbridos.

Segundo a segundo. Para que usted no se pierda ningún detalle, la cronología de las etapas importantes del eclipse es la siguiente.

19:06:51. Inicio del eclipse parcial, con la Luna a 25° de altitud sobre el horizonte oriental.

20:10:44. Inicio de la totalidad, cuando la Luna comienza a verse rojiza y está muy alta, para que no se lo pierda usted (40°).

20:47:08. Eclipse al máximo de centrado, y la Luna a 49°.

21:23:32. Fin de la totalidad, y la Luna a 57°.

22:27:25. Final del eclipse parcial, con la Luna a 72° de altitud.

Además, hay algunas particularidades de la Luna de esa fecha, como las siguientes.

La luna saldrá (orto) por el este a las 19:20, aún con el Sol sobre el horizonte pues este se ocultará (ocaso) a las 19:29.

Aunque le parezca que usted ve todo el disco cercano de la Luna, aún no estará en su fase llena: faltarán unos minutos. La plenitud de esta fase ocurrirá a las 20:51, por esta vez con el típico tinte rojizo de un eclipse total.

A las 19:52 se presentará la posición más cercana de la Luna con respecto a la Tierra en este mes (perigeo de la órbita). En ese momento, la distancia centro a centro entre los dos cuerpos será de 356.878 kilómetros. Es además el perigeo más cercano del año, por lo que la Luna llena tendrá el máximo diámetro aparente (33,5 grados de arco). Por favor, no la llame “súper-Luna”.

Gran desfase. Usted podrá ver estrellas de la constelación Piscis en el fondo, especialmente durante la totalidad, pues no tendremos la iluminación fuerte de una Luna llena normal.

Sin embargo, quienes hacen horóscopos dicen que la Luna está entrando en el signo zodiacal de Aries. ¿Qué es lo correcto? Quizás le sorprenda si le digo que “ambos” ya que “constelación” y “signo zodiacal” son dos conceptos diferentes.

Hace unos 4.000 años, cuando se inició la astrología, “constelación” y “signo zodiacal” tal vez hayan coincidido, más o menos como se colocan las dos palmas de las manos una frente a la otra; pero se han desfasado casi dos constelaciones completas debido a la precesión del eje de rotación de la Tierra, que da una lenta vuelta en 26.000 años.

Así pues, usted decida: escoja el signo zodiacal si quiere regirse por la misma fecha de nacimiento de su lejanísimo antepasado, pero elija la constelación si quiere mantenerse al día con la evolución del espacio y del tiempo. Si le sirve de consuelo, dentro de unos 22.000 años, signo y constelación volverán a coincidir más o menos, pero la espera es muy larga.

Largos viajes. Los eclipses de Luna no ofrecen ningún peligro para la vista, mucho menos durante su etapa total. Pueden observarse con binoculares o telescopios puesto que solo se percibe la luz del Sol reflejada en la oscura superficie lunar: esta absorbe casi todo el peligroso y energético rayo ultravioleta.

La coloración rojiza se ve durante la totalidad y se debe a que, con el Sol, la Tierra y la Luna bastante alineados, la luz solar se cuela por toda la periferia del globo terrestre a través de su atmósfera. Así, la componente azul del espectro solar se dispersa hacia los lados, y la componente roja, hacia la Luna.

Solo tenga cuidado con la Luna llena no eclipsada: es tan brillante que puede dejarlo encandilado durante un rato. Para contrarrestar un poco el brillo y apreciar mejor cráteres y mares, observe a través de un celofán rojo. Las fotos salen bien con casi cualesquiera tipos de cámara, celulares y tabletas.

Los fotones que llegan a su ojo han viajado la distancia del Sol a la Tierra (150 millones de kilómetros) más unas dos veces la distancia Tierra-Luna; en total, viajaron durante unos 8 minutos más dos veces 1,3 segundos.

Les deseo buena vista.

El autor es profesor pensionado de Física en la UCR.