Río de Janeiro (AFP). -La ciudad de Río de Janeiro en Brasil celebra su 448 aniversario, con la inauguración de un museo de arte destinado a convertirse en el corazón cultural de la recién renovada zona portuaria.
Instalado en la plaza Maua donde llegan todos los barcos turísticos, el Museo de Arte de Río (MAR) cuenta con dos estructuras principales, el pabellón de exposiciones -situado en el antiguo Palacete Joao VI, construido en 1916 y de estilo ecléctico- y la Escuela de Regard, instalada en el edificio contiguo, de estilo moderno, que fue en el pasado la estación de la ciudad, explicó el director del MAR, Luiz Fernando Almeida.
Los dos edificios de seis pisos, totalmente renovados, se unen a través de una pasarela y se ven coronados por un “techo fluido”, ondulado como una ola, de 1.700 metros cuadrados y 15 centímetros de grosor que requirió 800 toneladas de hormigón.
“No hay más que cuatro ejemplares de este tipo en todo el mundo”, destacó Hugo Barreto, el secretario general de la Fundación Marinho que participa en el proyecto.
En la último piso del pabellón de exposiciones hay una vista sobre la magnífica bahía de Río y el futuro museo científico en construcción, el Museo del Mañana, a cargo del arquitecto español Santiago Calatrava que será inaugurado en 2014.
La escuela de Regard permitirá a unos 600.000 anuncios de escuelas públicas de Rio “aprender a leer una obra de arte “, declaró por su parte Claudia Costin, la secretaria municipal de Educación.
El MAR tiene una colección de 3.000 obras compradas o donadas gratuitamente por particulares, como una estatua de santo (Sao Joao das botas) del escultor barroco Antonio Francisco Lisboa, más conocido como Aleijadinho (1738-1814).
En los cuatro pisos en los que se encuentran las ocho salas de exposición sólo figuran colecciones temporales (de cinco meses) donde las 3.000 piezas actuales de la colección del museo se mezclan, según Barreto.
El museo abrirá al público el 5 de marzo.
El MAR forma parte de un conjunto de grandes obras emprendidas por la alcaldía con vistas a la modernización de la ciudad para el Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016. Los trabajos de más de $4.200 millones son financiados por la asociación pública-privada más importante de Brasil.