Resumen de la literatura costarricense en el 2013: los libros nuevos más destacados

Muchos géneros Obras narrativas con altas aspiraciones, poesía con historia y ensayos críticos encontraron un sitio en los libreros costarricenses

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Este es el momento para leer a los autores costarricenses. El número de plumas, vitrinas y editoriales sigue pareciendo bajo, pero su energía lo compensa. Estos son algunos de los títulos que despuntaron durante el año; no son todos, pero usted puede ayudarnos a completar la lista en nacion.com/ocio .

En el campo de la novela, una de las obras más destacadas fue Guirnaldas (bajo tierra) , de Rodolfo Arias Formoso. Para la académica Margarita Rojas, su estilo, contenido y estructura marcaron la diferencia. Audaz y compleja, la novela constituye la mayor empresa narrativa que ha acometido Arias.

Warren Ulloa, Sergio Arroyo y Dorelia Barahona también destacaron Larga noche hacia mi madre , de Carlos Cortés, ganadora del Premio Centroamericano Mario Monteforte Toledo. Personalísima y dura, ha confirmado la prominencia internacional de Cortés.

El poeta Paul Benavides y Arroyo rescataron el libro de relatos Tu nombre será borrado del mundo , denso examen moral de la sociedad contemporánea. Asimismo, otra colección de cuentos notable fue Muestrario de familias ejemplares , de Guillermo Barquero, con relatos de gran hondura psicológica.

La ganadora del Premio Nacional de Novela 2012 fue una obra experimental que se difundió este año: Soy el enano de la mano larga-larga (novela alter-ego-maniaca) , del filósofo Jorge Jiménez. Otras novelas fueron Presagios , de William Reuben, y La ausencia del mal , de Víctor Alba de la Vega.

De los libros de Uruk publicados este año fueron de cuentos: La piel no miente (Carla Pravisani) y Cuando alguien ama una rana (Eduardo Castillo). Para Clubdelibros, reinó la fantasía: fueron muy populares el drama de vikingos de Lágrimas de guerrera (Daniel González), las sirenas de Lo que ocultan las olas (Nancy Solís) y el viaje por la ciencia ficción de Mi corazón de metal (Daniel Garro).

Editorial Germinal informó de que la novela Mi novia cayó en un pozo ciego , de Diego Delfino, fue una de sus publicaciones más vendidas, junto con la colección de los poemas de Osvaldo Sauma en La canción del oficio y el regreso de Alfredo Trejos, Prefiero ver estática. Veinticinco cuentos perversos, de Isabel Gamboa, y Casa al sur, de Carlos Morera Beita, también sobresalieron.

En el campo de la poesía, Warren Ulloa (Literofilia) y Andrea Mickus, de Libros Duluoz, destacaron La yema del tiempo (Klaus Steinmetz), premio Sor Juana Inés de la Cruz del 2008 y nunca editado hasta ahora, así como Inventarios mínimos , de Gustavo Solórzano-Alfaro. La nostalgia la y música de A ella le gusta llorar mientras escucha The Beatles , de David Cruz, le ganó lectores en España y en Costa Rica. Arabella Salaverry, Rónald Bonilla, y Sebastián Potenzoni editaron poemarios nuevos, mientras que Mía Gallegos exploró la riqueza de la prosa poética.

Regreso. Hace 100 años se pensó en editar las Obras completas de Lisímaco Chavarría por primera vez, y la constancia de Francisco Rodríguez lo consiguió. Escritos inéditos de Carlos Salazar Herrera y la reedición Los elementos terrestres , de Eunice Odio, enriquecieron el canon nacional.

Dos antologías de la EUNED recuperaron obras de poetas prolíficas: Espejos de la memoria. Obra en marcha. Tomo I (1965-1990) , de Julieta Dobles, y Duelo por la rosa. Poesía selecta (1969-2012) , de Marjorie Ross. Diana Ávila volvió a las librerías con Gramática del sueño .

La autora Dorelia Barahona destacó la reedición El ascenso de la vida (ECR/ETCR), de Alexander Skutch. En ensayo también sobresalieron La artimética del patriarcado (Uruk), de Yadira Calvo; Espíritu en carne altiva (Uruk), de Emilia Macaya, y uno que, según su editor Óscar Castillo está teniendo alta demanda, Discurso político y manipulación , de Alma Aguilar.

Los muros cuentan compiló el saber de Andrés Fernández en patrimonio, e Imagen-Palabra. Lugar, sujeción y mirada en las artes visuales centroamericanas , el pensamiento de Pablo Hernández.

El Diccionario de palabrotas y coloquialismos ticos (Guayaba), de José Antonio González, también fue popular. Editorial Costa Rica, La Jirafa y Yo y la Editorial Tecnológica aportaron obras de alta calidad a la oleada de álbumes ilustrados y literatura infantil.