Reseña de ‘Mi vida en primaveras’: Narración amena e historia

Libro de la autora Myrna Torres Rivas

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Flora Ovares

El libro Mi vida en primaveras, de Myrna Torres Rivas (Guatemala, Serviprensa 2016), reúne características de la autobiografía, la crónica, la memoria y el documento histórico. Del primer género conserva la narración lineal, la referencia a los antepasados y a datos biográficos relevantes: nacimiento, estudios, matrimonio, maternidad.

La memoria recupera emociones, canciones, episodios teñidos de ilusión, de miedo o de esperanza. La crónica se presta, sobre todo, para la narración de los viajes y desplazamientos a través de numerosos países y realidades sociales. Por último, es evidente el valor histórico del libro, riquísimos datos y detalles respaldados por la vivencia y obtenidos, por así decir, de primera fuente.

Elementos opuestos

El libro arranca con la pregunta por los antepasados, que viene atravesada por dos elementos opuestos. Por un lado, el apego familiar, lo conocido, la Guatemala rural, recatada y callada: los paisajes, los cultivos, las costumbres, las fiestas, las vestimentas, las marimbas, los bailes populares. Un espacio idílico, aunque continuamente amenazado por los terremotos o por los políticos.

Se habla también de los misterios de la sangre y la pasión: “Mi abuela, María Gertrudis Rivas, fue el fruto de un amor apasionado y quizá prohibido del estudiante Macario Rivas y una enigmática mujer” (44).

Entonces, dos herencias, una que tiende hacia el terruño, otra que impulsa hacia afuera, hacia la aventura, se manifiestan continuamente en la vida de la protagonista y en las páginas del libro y definen su identidad.

Un legado se percibe en el respeto al orden, a la familia, al estudio, la opción por el matrimonio y la maternidad. El otro se siente en la pasión por los viajes, por el conocimiento, por la política, por la aventura. Y como elementos comunes que amalgaman ambas tendencias, el ímpetu, la determinación, la ilusión: “cuando quiero algo no descanso hasta lograrlo” (383).

Viaje

Una de las estructuras profundas que amalgama los sentidos de este libro es la de viaje. Se ha dicho que antes del desplazamiento como tal está la visión de un rumbo, que permite determinar la orientación y la meta del viajero. Si se lee con cuidado, se nota que cada actividad, cada esfuerzo, cada movimiento de la protagonista está orientado hacia un término, hacia una finalidad. Esa claridad acerca de los objetivos que deben guiar el viaje vital permite sortear y superar los contratiempos que se encuentren en el camino.

Algunos viajes son deseados, la visión de la meta está teñida de deseo: estudios, trabajos, paseos. Pero hay también ausencias forzadas, dolorosas y son muchas: las del exilio político. También están los viajes que impulsan a ir más lejos, cuando hay que recuperarse de una pérdida, como sucede con la separación de la persona amada. Estos desplazamientos, más que nada, requieren de una virtud que también se nota en el libro, el valor: “Mamá nos enseñó, en la práctica, a no tener miedo alguno” (19).

En el viaje lo más visible es, precisamente, el recorrido: un trayecto a lo largo de múltiples senderos, entre ellos el familiar, el artístico, el laboral, el político. En este recorrido, a veces el lector puede seguir, según sus intereses, alguna senda particular y, por ejemplo, saltarse el orden del libro para ver qué sucede con un personaje o con un amor de la protagonista.

También está el retorno, saber dónde está el hogar, adónde se desea regresar. Así narra el regreso a Guatemala: “Después de sesenta años he vuelto a recorrer sus calles de la zona 1 donde trascurrió mi infancia y parte de mi juventud, a saborear los paches, los chuchitos, a sentir todos los aromas que se respiran en sus mercados llenos de colorido de sus vendedores indígenas, a contemplar sus montañas, volcanes y a presenciar todos sus lastres” (490).

Al relatar el viaje de su existencia, el libro de Myrna Torres Rivas despliega ante el lector las circunstancias de una vida extraordinaria y le ofrece interesantes conocimientos de la sociedad y la historia centroamericana y latinoamericana a partir de los acontecimientos más importantes. Una lectura recomendada para quienes se interesan en la historia política y social, pero también para el lector que gusta de las narraciones amenas y llenas de color.