El actor Jiri A. Srnec, hijo del fundador del Teatro Negro de Praga, está seguro de una cosa: su arte sobre las tablas regala sueños y no precisamente para quienes están bajo el dominio de Morfeo.
Bajo este gráfico y fantasioso criterio, el grupo de teatro checo no teme repetir la misma fórmula que, en el 2006 y 2008, le deparó tanto éxito en el país. Srnec y sus compañeros retornan con el montaje Lo mejor del Teatro Negro de Praga, el cual reúne extractos de sus mejores obras.
“Las personas siempre encuentran algo nuevo”, explicó Srnec al justificar su regreso.
El 15 de mayo y en dos funciones (4 y 7 p. m.), el escenario del Teatro Popular Melico Salazar se vestirá de negro para dar cabida al humor, a la fantasía y a la sorpresa. Desde Guatemala y vía telefónica, Srnec prometió eso y mucho más.
El Teatro Negro de Praga regresa a Costa Rica con un espectáculo que ya se presentó anteriormente y que gustó mucho. ¿Es esto una ventaja o desventaja para el grupo?
En Costa Rica estuvimos con otras personas y en otras ciudades. En esencia es lo mismo, pero con detalles diferentes. Lo que vale aquí es la publicidad boca a boca, lo que dice la gente acerca de la obra. Entonces, creo que es más ventaja que desventaja, pues la gente que la vio quiere verla otra vez y, además, se la recomienda a los demás.
Presentará el espectáculo Lo mejor del teatro negro de Praga, pero ¿son exactamente los mismos extractos o escenas, o se incluirán nuevas escenas que no se han visto en el país anteriormente?
Solamente hay algunos cambios en elenco, pero el show es el mismo Pero también es verdad que tenemos un nuevo espectáculo que intentaremos traer en noviembre o el próximo año.
¿Cómo se llama el nuevo espectáculo de la agrupación?
Se llama La bicicleta voladora. Es una historia para toda la familia y es más poética, está ubicada en la Praga de 1890. Es la historia de un inventor que quiere hacer una bicicleta que quiere volar. Es un espectáculo muy divertido.
¿Qué tiene el Teatro Negro de Praga que, pese a que pasa el tiempo, el público lo quiere ver una y otra vez?
Es un tipo de teatro que se sale de lo normal. También está el toque mágico que le da la letra de mi padre, que es el escritor de los montajes. Es un teatro que deja volar la imaginación. Creo que la gente sabe que, aunque es el mismo espectáculo, siempre encuentran algo diferente. Lo puedes ver 50 veces y siempre ves cosas distintas.
La técnica del teatro negro es muy conocida me refiero a la caja negra y la luz ultravioleta. ¿Con el paso de los años han incorporado avances tecnológicos o el grupo hace su trabajo igual a como lo hacía décadas atrás?
El teatro negro siempre va a ser así, aunque las cosas siempre cambian un poco. Hay modificaciones a la caja negra, pues ahora es más rápido montarla y desmontarla. Pero el truco siempre va a ser siempre lo mismo, solo podemos hacer pequeñas modificaciones.
Cuando se logra tanto reconocimiento internacional, ¿se alcanza un estado de tranquilidad o, por el contrario, esto genera más retos y compromiso?
Las dos cosas juntas. Si hacemos algo bien y la gente ama eso, para nosotros es tranquilidad, pues sabemos que nuestro trabajo lo estamos haciendo bien. Pero, por otro lado, sabemos que la próxima vez que presentemos un espectáculo tendremos que hacerlo mejor, para poder sorprender. Entonces, son dos cosas juntas.
Costa Rica es un país bastante conocido para su compañía. ¿Es grato volver al país? ¿Qué les gusta de este pequeño lugar tan lejano a Praga?
Costa Rica es especial para nosotros. Bueno, el público latinoamericano es especial, pero Costa Rica tiene cosas particulares. La naturaleza es increíble y la admiro porque no tiene ejército. En lugar de gastar en ellos (militares), gasta en naturaleza y educación. Creo que ese es el camino que debe seguir el mundo para crear un paraíso.
¿Cuál es el secreto del teatro negro para seguir sorprendiendo a niños, adultos o ancianos?
El teatro negro tiene la magia de privilegiar la imaginación, despierta esa curiosidad de siempre buscar algo nuevo. Siempre da a la audiencia una sensación de presente que otros tipos de teatro no dan. Los niños normalmente piensan así: ‘Mamá yo quiero eso, cómpramelo ya”, sin pensar en el futuro. En el teatro negro, los adultos pueden sentir solo el presente y volver a ser como niños. El humor, la fantasía y la sorpresa son cómplices de eso.
¿Porqué los ticos deberían asistir a este espectáculo?
Creo que deben venir, porque el teatro negro regala sueños con los ojos abiertos.