Pintor venezolano Ramón Chirinos expone la evolución abstracta de su carrera

Artista venezolano visita brevemente Costa Rica para inaugurar una exhibición con piezas de sus últimos cuatro años de investigación y creación

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Para Ramón Chirinos , de 66 años, la investigación nunca termina. Afirma que su último periodo de trabajo es una síntesis de sus exploraciones pasadas: más maduro, asegura, con evocaciones a su primer periodo paisajista y su siguiente etapa de figuras más realistas.

“Cada cuadro es una experiencia. Cada obra que sale tiene un planteamiento y nuevas investigaciones. Uno es eterno estudiante del arte, todos los días descubro cosas nuevas de la pintura”, detalla.

El resultado de cuatro años de investigación sobre la forma y el color, se expondrá a partir del 3 de noviembre en ArtCafé (dentro del Costa Rica Country Club, en Escazú).

La muestra de 18 pinturas al óleo esbozan objetos cuya interpretación queda a la imaginación del espectador, un “carácter gestáltico” como lo describe la historiadora del arte Bélgica Rodríguez, quien ha seguido de cerca la carrera de Chirinos.

Chirinos y Rodríguez llegaron el lunes a Costa Rica, desde su natal Venezuela, para develar el trabajo del pintor.

“Es una nueva experiencia para mí, una forma de ver el arte y crea una parte poética más sensitiva”, describe Chirinos sobre la evolución de su estilo.

Aún en la síntesis de las formas y el uso más agresivo del color, el pintor asegura que en sus lienzos siguen presentes los temas que ha trabajado durante 50 años de carrera.

DEL ARCHIVO: Sempiterno trotamundos (2011)

“Ahí está todo lo que puede ver en cualquier cuadro figurativo, están los elementos en su posición y composición, pero uno no los distingue, los percibe y los siente”, afirma sobre esa evolución. “Se llega a un punto donde uno ve el paisaje de una forma totalmente diferente”.

Es así como el espectador puede identificar elementos de la naturaleza, bodegones y hasta líneas de figuras humanas: apenas esbozos entre cuadros y manchas de colores vibrantes. Al espectador le toca completar esas líneas con su propia lectura.

“Vemos como la naturaleza es para él un lenguaje simbólico. Cuando incorpora la figura la usa dentro del paisaje”, detalla Rodríguez sobre el trabajo de deconstrucción y reconstrucción que Chirinos ha pintado durante estos años.

“ Todo lo que yo he hecho uno lo compara y ve siempre el mismo ritmo, la misma gama de color, los mismos efectos pero, aquí, tiene una madurez más marcada: más contemporánea, más adaptada a cánones del arte”, explica el artista sobre ese crecimiento.

Futuros. La investigación es el punto de partida para cada pincelada de Chirinos.

El uso del color, el movimiento, el contraste entre la calidez de los rojos, amarillos y naranjas –una representación del trópico– y la frialdad del gris –una alusión a la arquitectura de las grandes ciudades– son cuidadosamente planeados para cada cuadro.

En una situación política convulsa, la presencia del arte venezolano en la creación y discusión del arte contemporáneo es una resistencia.

“En Venezuela, a pesar de la crisis y la terrible situación que se vive, las manifestaciones artísticas dentro de los diferentes lenguajes y tendencias se ha mantenido activa como una manera de oponerse a la situación que vivimos”, explica Rodríguez.

En este momento de su carrera, Chirinos busca avances: “Tomando esta misma línea, que es muy difícil para retroceder, hay que buscar un punto donde la obra sea más sintetizada, que no esté tan recargada”, afirma sobre el futuro de su trabajo.

Inauguración. El venezolano Ramón Chirinos y la historiadora Bélgica Rodríguez compartirán con el público el jueves 3 de noviembre a las 7 p. m. en el ArtCafé, dentro del Costa Rica Country Club para develar la exposición de sus 18 obras de gran formato en pintura al óleo.