Las seis piezas de cerámica precolombinas fabricadas entre los años 300 d. C. y 800 d. C. y devueltas por Francia a Costa Rica el 4 de mayo, esperarán por tiempo indefinido para ser repatriadas.
Luego de que se confirmó la devolución de los objetos, el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Museo Nacional apostaron por la visita de la presidenta Laura Chinchilla a ese país europeo para poder gestionar la repatriación.
La mandataria regresó ayer al país, pero de acuerdo con lo que dijo a La Nación el embajador de Costa Rica en Francia, Carlos Bonilla, las piezas no vienen con ella ni con ninguno de los miembros de la delegación que fue a Europa.
“La repatriación de bienes precolombinos es una tarea compleja y delicada. Es necesario coordinar con las instituciones competentes en Costa Rica a efectos de asegurar su resguardo físico y, con los seguros necesarios, para garantizarnos que estos lleguen adecuadamente”, dijo el diplomático.
Bonilla declinó revelar el sitio donde permanecerán resguardadas las piezas “por razones de seguridad”, pero sostuvo que “están debidamente custodiadas”.
La jefa del Departamento de Protección del Patrimonio Cultural del Museo Nacional, Marlin Calvo, dijo que, por ser la de Chinchilla una gira por varios países, la repatriación era compleja.