Parqueos amistosos con la ciudad

Movilidad equilibrada Desperdiciamos las muchas posibilidades urbanas que dan los estacionamientos

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

En la Edad Media, las personas confluían en callejuelas, edificios de mediana altura y plazas donde ocurrían infinidad de actividades comunales. En Costa Rica, los pueblos se han impregnado de la naturaleza circundante dentro de una confortable escala humana y recorridos peatonales sinuosos y topográficos.

A finales del siglo XIX, las ciudades medievales y los pueblos costarricenses experimentaron la incursión de los automóviles, inventados en Alemania en 1886 por Karl Friedrich Benz. Posteriormente, en 1906 Henry Ford los popularizó en Estados Unidos cuando creó el “auto universal”: el modelo T, económico y hecho en serie.

A partir de entonces, el mundo inventó un modelo de ciudad donde el automóvil predomina. Esta situación se sumó a la disposición de la modernidad de dividir la ciudad en zonas según su uso, lo cual fomentó el empleo del automóvil. Desde esas épocas se construyen autopistas y estacionamientos, y surgieron los atascos viales.

Las autopistas son útiles para comunicar ciudades, pero son inconvenientes dentro de estas. A su vez, las redes viales –como las ubicadas en la ciudades de la Gran Área Metropolitana– deben definir su capacidad, evitar su ensanchamiento y regular el ingreso en los centros urbanos.

Buenos ejemplos . El automóvil trajo consigo los aparcamientos, pero hoy son objeto de grandes cambios. Unos utilizan la más alta tecnología, otros proponen usos mixtos, algunos dialogan con las carreteras, otros más replantean su forma interna, y los restantes apuntan al paisajismo, el arte y el cuidado del ambiente.

En Alemania, la alta tecnología ha creado uno de los estacionamientos más impresionantes: las torres de Autostadt, en la fábrica de Volkswagen, en Wolfsburg. Allí, brazos automáticos organizan los autos en torres de 20 pisos.

En Miami, el proyecto 1111 Lincoln Road, diseñado por Herzog & Meuron, incluye tiendas y oficinas dentro de una estructura de hormigón abierta que permite la ventilación. El uso mixto también se ve en el Parking diseñado por BIG, en Copenhague (Dinamarca). Esta obra adjunta viviendas en su parte superior, las que descienden gradualmente.

En California, el centro comercial Santa Mónica Place incluye un parqueo propuesto por Frank O. Gehry, un innovador rótulo urbano que camufla los automóviles y es visible a la distancia.

En Francia, el extraordinario estacionamiento de la Terminal Hoenheim fue diseñado por Zaha Hadid y reorganiza de manera innovadora su trazo interno pues juega con la demarcación vial de sus estacionamientos.

En Holanda, el paisajismo hace gala de un ejemplo donde se fusiona el respeto urbano en el Estanque Ornamental de Hosper, planteado por Hosper. Dicho estanque es circular, mide 730 m2 y 60 cm de profundidad, y está en medio de un parque. Este funge como cubierta de un estacionamiento subterráneo que desaparece y recuerda el acceso al Templo del Agua, de Tadao Ando. El estanque contiene paneles de vidrio que permiten que un juego de luz entre en el subterráneo en el día, y que ilumine el estanque en la noche.

En Sydney, los artistas Karl Maier y Craig Redman intervinieron el Estacionamiento Darling Point y lo pintaron con un mural geométrico en paredes y suelos que resulta de gran calidad cromática y espacial.

En Estados Unidos hay dos ejemplos de estacionamientos favorables al ambiente. En Chicago, la ciudad aprovecha sus conocidos vientos para generar energía en el Greenway Park diseñado por HOK. Esta obra tiene sistemas que recogen las aguas pluviales y estaciones para cargar los autos eléctricos. En Carolina del Norte, la Plaza de Estacionamientos Verde, diseñada por Pearce Brinkley Cease + Lee, recolecta la energía solar suficiente para abastecer 3.000 hogares al año, incluye iluminación LED con sensores, uso de materiales reciclados y estacionamiento para bicicletas.

Nuevo enfoque en Costa Rica. Los estacionamientos en Costa Rica podrían sumarse a una nueva calidad urbana. En la página de Internet de la Asociación Costarricense de Estacionamientos y Afines aparecen 175 estacionamientos públicos y privados (66% en San José). Todos, sumados a los que surgen generalmente al frente de los edificios comerciales y oficinas, podrían revisarse para mejorar sus calidades arquitectónicas y urbanas.

No necesariamente deben hacerse inversiones descomunales en alta tecnología, sino aportes más congruentes con la realidad nacional. Los parqueos resultan “lotes urbanos” con gran potencial de desarrollo. El uso mixto es prioritario, y podrían fomentarse los parqueos subterráneos que incluyan niveles superiores de comercios, servicios y viviendas.

No es conveniente que las iglesias conviertan en parqueos las explanadas que han enriquecido la ciudad a lo largo de la historia. Ellos deben ser subterráneos; si no, habría que aplicar alternativas, como fomentar el uso de los autobuses.

Asimismo, sería útil fomentar “parqueos de amortiguamiento”. Estos se ubicarían en puntos estratégicos de ingreso en la ciudad, y se conectarían a unas amplias y renovadas paradas de autobuses. Ello fomentaría el continuar los trayectos con medios de transporte más proambientales, como el peatonal, las bicicletas y los autobuses.

Convivencia equilibrada. Los estacionamientos deben “dialogar” mejor con las aceras y evitar traspasarlas con tanta frecuencia. Por ello, hay que replantearse la ubicación de los parqueos, y evitar colocarlos al frente de las propiedades (como los centros comerciales), sino detrás o en un subterráneo de un solo acceso. Incluso, sería de interés crear accesos simultáneos, donde dos o más edificios compartan la rampa de ingreso y salida.

Vale la pena arborizar los estacionamientos, mejorar su iluminación interior y aportar luz a su acera frontal; deben incluir aceras internas y fomentar las cubiertas. Habría que flexibilizar su uso interno; así, por ejemplo, en las noches pueden ser canchas de básquet u ofrecer otros servicios a la comunidad.

El diseño futuro del paisaje urbano costarricense motiva a desacelerar la tendencia a construir parqueos al frente de las propiedades, y a armonizarlos con los flujos peatonales que transitan por las aceras. A su vez, el arte podría incluirse en los diseños de los parqueos. Estos podrían enriquecerse con nuevas propuestas de colores y materiales.

Los estacionamientos podrían sumarse a la protección del ambiente natural. Por ejemplo, hace varios años, los arquitectos Jorge Bertheau, Rafael Felo García y otros colegas sugirieron crear parqueos subterráneos en la avenida Segunda cuando se peatonizó la avenida Central, y hacer lo mismo  debajo de los parques centrales. Esto podría eliminar los parqueos en varias manzanas a la redonda y hacer más armónica la ciudad. Dicha tendencia podría extenderse a otros sectores.

Los estacionamientos de Costa Rica pueden ayudar a obtener ciudades más armónicas con la naturaleza, y fomentar la calidad urbana y peatonal. Esto lograría una movilidad equilibrada, donde la sociedad se enriquece con un mejor escenario urbano.