Para volar y soñar, la música de Corteo llena la carpa de alegría

Encuentro musical: A diferencia de otros espectáculos del Circo del Sol, en Corteo , los músicos se encuentran muy cerca de la audiencia

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Nadie se quiere quedar sin asistir al funeral más alegre de la historia del circo. En Corteo , el nuevo espectáculo del Circo del Sol en Costa Rica, los instrumentistas juegan un papel fundamental en el espectáculo: colocados justo al lado del escenario, acompañan al público en su ensueño.

Como los fanáticos del circo canadiense saben bien, las bandas sonoras de sus espectáculos son un crisol de culturas que calzan bien con la tropa multilingüe que se encarga de las acrobacias.

El domingo, en una de las pruebas de sonido de Corteo , conversamos con los responsables de prestar sus melodías al cortejo fúnebre del payaso Mauro, quien sueña todo el encuentro.

“Este es uno de los pocos espectáculos del Circo del Sol en los cuales la audiencia puede vernos por completo durante todo el show . De hecho, tenemos trajes completos y maquillaje de payasos blancos (lo cual es, al principio, fue un poco desconcertante, pero ya me acostumbré)”, confiesa Bruce Hewett, director de la banda y tecladista.

Para el creador de Corteo , Daniele Finzi Pasca, era fundamental que los músicos formaran parte de la puesta en escena. La música fue compuesta por Philippe Leduc y Maria Bonzanigo, con arreglos posteriores de Jean-François Côté y Michel A. Smith.

Las melodías delatan una inspiración en la música folclórica italiana, pero la música bebe de fuentes de muchas culturas, con algunos acentos de flamenco y “semiclásicos”, según Hewett.

Las letras se cantan en italiano, francés, español y un lenguaje imaginario. En la grabación del álbum oficial participaron 61 músicos, con coros y cuerdas de gran riqueza.

“Es bonito estar con el público al frente y nos sentimos más como una parte del espectáculo”, dice Hewett. Los instrumentistas se ubican en cuatro fosos alrededor del escenario, de modo que desde cualquier lado el público puede apreciar el desarrollo de la banda sonora directamente.

”Lo más retador es que estamos trabajando en cuatro fosos separados, así que la comunicación es un problema. Tengo un micrófono para comunicarme con los músicos. Me comunico con ellos para asegurarnos de que estemos en sincronía con la acción que está tomando lugar en el escenario”, explica Hewett.

De esta manera, durante los ensayos se aprecia cómo los artistas musicales también deben medir sus entradas en escena y practicar sus escaladas por los altos pilares ubicados en La Patience, gigantesca estructura en forma de arco que soporta parte de la maquinaria que permite las acrobacias más atrevidas.

Activo. Émilie Grenon-Emiroglou, esbelta acróbata canadiense, acompaña a Corteo desde hace dos años. Anteriormente, estuvo involucrada en la creación de otro popular espectáculo del circo, Quidam (1996).

“Hay texto, diálogos y una historia que es muy poética. Te habla de nostalgia, de amistad”, considera la artista. Camina por el escenario guiando a sus colegas en la práctica para uno de los números más vistosos de todo Corteo , las acrobacias con los candelabros.

”Siempre tenemos como una mano o un pie sobre el candelabro, pero hay que tener mucha concentración; hay que tener mucha conciencia de las otras compañeras”, dice.

Aparte de coordinar estos actos, también toma parte cantando. Apenas se baja de los candelabros, corre a colocarse el micrófono para interpretar un dueto emotivo durante el cual también sube a escena.

“Me gusta que, en Corteo especialmente, se pueden hacer cosas multidisciplinarias. No es solo acrobacia, sino que cantamos y actuamos. Nos sentimos como artistas más completos”, celebra la cantante.

Como dice Grenon-Emiroglou, en otros trabajos sería difícil hacer tanto a la vez. En el Circo del Sol, además, debe brillar.