Cuando Mario Schaechter llegó a las audiciones para Las mariposas ya no viven aquí , encontró una fila de 150 personas que quería un papel en la obra. Con 73 años, era su regreso a los escenarios tras muchas décadas de haber debutado.
En su retorno a las tablas, temía no dar la talla; ahora, se siente honrado por su “grano de arena” en la lucha contra la indiferencia.
La obra de teatro y danza, dirigida por el español Fernando Hurtado , llenará el escenario del Teatro Nacional con la labor de 58 artistas no profesionales para contar lo que sucedió en el Holocausto.
El 50% de las ganancias del espectáculo se destinarán a Fundación Hogar Manos Abiertas ; la otra mitad, a Yad Vashem Costa Rica , quienes organizaron el montaje.
Juntos. Schaechter es el voluntario de mayor edad, y dice que se siente muy honrado por su rol. “A tantos años de que esto sucedió, hay muy poco conocimiento de qué pasó. Para el público, debe ser muy conmovedor porque la obra es fuerte”, explicó.
En este proyecto de Yad Vashem Costa Rica, no solo participan judíos, sino también personas que deseaban aprender del tema y conocer el trabajo en escena.
Marco Corrales trajo a sus dos hijos, Fiorella y Marko, para que supieran por qué a él le apasiona el teatro. “Me interesó porque yo siempre he querido actuar. Estamos aprendiendo mucho”, dijo Fiorella, de ocho años.
“Nunca había estado en un escenario, menos tan grande, pero hay que quitarse los nervios... ¡ya no podemos echarnos para atrás!”, comentó su hermano, de 11 años.
Este lunes fue el primer ensayo de la obra en el Teatro Nacional. Los pasillos llenos de niños emocionados por su debut en el escenario y los trajes de época anuncian la escala de una producción que se estrenó en Panamá y que viajará por Guatemala, México y Estados Unidos.
“Situaciones difíciles en la humanidad no se pueden volver a repetir, y la única manera de que eso no suceda es transmitiendo el valor de la no indiferencia”, explicó el vocero de Yad Vashem, David Miremberg.
Julianne Lukowiecki, de 6 años, es la menor sobre escena. Desde los tres años baila y, en este espectáculo, dice que ha aprendido mucho. “Es muy bonito”, afirma, un poco tímida.
Como ella, personas de todas las edades se suman a un relato sobre el sufrimiento y la muerte, pero también sobre la esperanza. “Me hace crecer como actor, como artista, pero sobre todo como ser humano”, dijo el actor Róger Ismael Rodríguez.
Las mariposas ya no viven aquí se presentará miércoles y jueves a las 8 p. m. en el Teatro Nacional. Entradas: luneta y butaca, ¢28.000; palco y platea: ¢18.000; gradería, ¢8.000. La mitad de las ganancias se destinará a la Fundación Hogar Manos Abiertas; la otra mitad, a proyectos de beneficio social de Yad Vashem Costa Rica.