‘No se puede organizar una feria del libro solo por inercia’

Nubia Macías es gestora cultural y desde el 2003 dirige la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Ella visitó el país para compartir su experiencia, en materia de organización de ferias, con los representantes costarricenses de la industria del libro.

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La Feria Internacional Libro (FIL) en Guadalajara, México, es el encuentro cultural y literario más importante de las letras hispanas. Solo en el 2011 fue visitada por 659.898 personas, con la participación de 43 países.

Detrás de la organización y logística de la FIL, está Nubia Macías, gestora cultural que atribuye el éxito de esta feria a la planificación y al interés de satisfacer las necesidades de diversos públicos.

¿Conoce usted la Feria del Libro que se organiza en Costa Rica?

Lo que conozco de la Feria del Libro es lo que me han informado los organizadores y editores locales. Esta es la primera vez que visito Costa Rica, fui invitada por el Ministerio de Cultura para compartir mi experiencia y orientar a la organización local sobre cómo diseñar una feria más atractiva y pensada para los diferentes públicos. Me he dado cuenta de que hay un verdadero interés en un cambio radical.

A la Feria del Libro en Costa Rica se le ha criticado por ser una exposición y venta de libros ampliada que no ofrece mayores novedades. ¿Cuál es la diferencia entre una feria diseñada bajo un concepto y otra que no lo tiene?

Todas las ferias deben tener una personalidad y definir con claridad a quién van dirigidas. No están hechas solo para que unos señores hagan negocios con la venta de libros. Deben tener la virtud de convocar distintos públicos y ofrecerles algo a todos ellos. Es necesario replantearse los objetivos y concebir la Feria como un proyecto de gran alcance y no como un evento casual.

Y ¿cómo se construye la ‘personalidad’ de una feria?

Es necesario tener claros aspectos como qué tipo de feria es la que se quiere organizar, para quién será esa feria, cuál es el nicho que más nos conviene, cómo voy a acercarme a esos públicos, dónde y cuándo la voy a hacer y qué voy a ofrecer a mis públicos.

”Todo eso se resume en una palabra: planificación. No se puede organizar una feria solo por inercia. Los latinoamericanos tenemos que olvidarnos de la improvisación, es un gran enemigo”.

Usted habla de “públicos”...

Cuando uno planea un evento, no lo puede pensar como si fuera para uno mismo. Debemos pensar en que los públicos son nuestros consumidores. Hay que imaginarse cuál es el público natural que puede ir a mi feria. También hay que formar nuevos públicos que podrían estar interesados, pero aún no tienen el hábito de consumir literatura. Por eso, es necesario una oferta diversificada que les dé motivos a esos públicos de visitar la Feria. Los gestores culturales tienen que ser muy creativos para ofrecer una programación atractiva para todos los públicos posibles.

¿Cuál es el primer paso para darle cuerpo a una feria?

Lo primero es realizar un análisis concienzudo y reflexivo sobre lo que se ha hecho mal en el pasado, reconocer los errores y proponerse no volver a cometerlos. La Feria tiene que ser un proyecto integral, diseñado a largo plazo ,y no debe estar cimentado solamente en los intereses comerciales de los editores.