Migrar con las palabras

Los textos que escapan de nuestras fronteras no llegan ahí por casualidad: cumplen un proceso que distintos autores libran, aspirando a la profesionalización del oficio de escribir.

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Sembrar la literatura en tierras lejanas es difícil, pero no imposible. Joaquín Gutiérrez Mangel, uno de los escritores más representativos de la literatura de Costa Rica, se convirtió en 1939 en el campeón nacional de ajedrez. Gracias a este deporte viajó a Argentina donde participó en la Olimpiada Mundial de Ajedrez de ese mismo año. Para ese entonces, Gutiérrez ya tenía publicado dos libros: Poesía (1937), y Jicaral (1938).

Fue durante ese viaje que don Joaquín hizo contactos con editores, escritores, y lectores. Así, se destacó en su época como el más internacional de nuestros autores. Pero, ¿qué hubiera pasado si, al llegar a otro país, y conocer a grandes personajes de la literatura como Pablo Neruda, el currículum literario de Gutiérrez fuese nulo?

Costa Rica tiene una producción literaria muy amplia en poesía, cuento y novela, y muchos autores sienten una urgencia por salir del país para difundir su obra. No se puede obviar que tener una exposición en el exterior fortalece la carrera de un escritor. Pero, ¿qué significa ser publicado en el exterior?

"Publicación, derivado del latín significa hacer público. No es lo mismo ser publicado en un blog que en una editorial. Esto no quiere decir que el blog sea un medio equivocado para exportar la obra, pero en los sitios web no hay una editorial detrás del libro buscando su difusión, ahí está una gran diferencia, sin embargo, cualquier primer intento es válido", explicó Oscar Castillo, editor y propietario de Uruk Editores.

Otro gran problema que a veces se presenta al exportar la literatura es la traducción, pues en ocasiones el costo es muy alto.

"Recientemente quise publicar un libro de Nigeria, son relatos de mujeres que sufrieron algún abuso sexual, pero la traducción era mucho más costosa que la impresión del libro, nos salía como en millón y medio, lo cual hacia que el precio del libro fuera muy alto", comentó Castillo.

En el 2014 Castillo asistió a la Feria del Libro de Fráncfort, en Alemania para realizar dos conversatorios, uno sobre edición literaria y otro sobre el mercado de Derechos en Centroamérica. Él se presentó junto a tres autores gracias al apoyo del Instituto Goethe de México, Warren Ulloa (Costa Rica), Vanessa Núñez (El Salvador) y Denise Phé-Funchal (Guatemala).

Allí también asistió el escritor nicaragüense Sergio Ramírez, quien editó la antología Un espejo roto, la cual reúne la labor literaria de jóvenes escritores centroamericanos y que también se presentó en Fráncfort..

Uno de los textos que se incluye en esa antología es del escritor y fotógrafo Guillermo Barquero, quien ha publicado dos libros de relatos y dos novelas, además de ser coeditor de la editorial Lanzallamas. Barquero está completamente seguro de que sin una obra publicada y que haya pasado por los ojos clínicos de un editor, se complica más el trabajo de hacer llegar ese libro a otros países.

"Hace unos 10 años estaban muy de moda los blogs. Ese primer contacto virtual con otros sitios donde publicaban textos de autores que no conocía fue importante para mí, pues me hizo ver que existía una forma de hacer llegar mis relatos a otros lugares", recordó Barquero.

"Para publicar fuera del país es necesario estar en un mundo de lectores, y escritores. Ese ambiente puede llevar un libro a muchas partes del mundo. Para mí, fue crucial la revista literaria Los Noveles (Perú), porque cuando llegué a ella, tenía un diseño gráfico diferente, era algo más serio que poner un relato en un blog. Su fundador, el editor y narrador peruano Salvador Luis conocía a todo el mundo. Ese primer contacto que hicimos, que fue virtual, después se convirtió en un contacto personal", aseguró el escritor.

En el 2013 Luis fundó otra revista digital que llamó Specimen , la cual dedica a difundir reciente narrativa iberoamericana.

"Yo insto a que los autores busquen su medio, no teman en mandar correos. Cuando uno invierte tanto tiempo en algo, tiene que funcionar, algo te va a salir", comentó el autor.

Pero para producir un buen texto se requiere de tiempo, dedicación para releer, y como mencionó Abilio Estévez en una reciente entrevista para Viva, "como dice Cortázar: no hay temas buenos o malos en la literatura, sino bien o mal escritos. Uno puede escribir lo que quiera siempre que lo escriba bien".

La crítica. La primera novela de Dorelia Barahona, De qué manera te olvido, recibió el premio Juan Rulfo; luego fue editada por la editorial ERA en México.

Su segunda novela, Retrato de mujer en terraza, fue publicada en Madrid por la editorial Verbum. También su libro de cuentos, Noches de bodas, fue publicado por la editorial R.E.I en Argentina.

Con toda esta experiencia, Barahona ha sacado conclusiones respecto a las diferencias entre ser publicado en el exterior y en suelo nacional.

"Es fácil a veces tener la percepción que el mundo es Costa Rica, el mundo literario, se podría decir, pero existe una cultura global de los libros. Publicar afuera es un ejercicio de paciencia y humildad. Te van a decir que no más veces que sí, probablemente, pero se debe intentar", recalcó.

"Yo noté un cambio muy importante después de ser publicada en el exterior, y eso fue la crítica. Aquí cuando te llaman te preguntan por la presentación del libro, por la fecha, de qué se trata, y no siempre sobre el contenido. En otros lares, a veces el libro es la única referencia que tienen de uno como escritor, entonces te preguntan por estilo, por qué usaste esa palabra y no la otra, aquí la divulgación es muy estética", explicó.

Dorelia recomienda fogueares en certámenes locales para luego participar en el extranjero. Aquí tenemos el certamen de la Editorial Costa Rica, UNA Palabra de la Editorial Universidad Nacional, Certamen Literario Brunca de la sede regional Brunca de la Universidad Nacional, y el concurso literario de la Universidad de Costa Rica.

Además de los concursos, tenemos la opción de participar en ferias literarias, que son un nicho para nutrirse de contactos.

Evelyn Ugalde, escritora, editora y directora de la revista literaria en Internet Clubdelibros, está de acuerdo que lo que puede pasar dentro de una feria, trasciende la experiencia de publicar una obra.

"Yo nutro mis textos a partir de los viajes, tenemos una relación estrecha, a demás escribir y viajar son mis dos grandes pasiones. Mi consejo es que antes de intentar salir del país, hay que hacerse un nombre aquí. Mi libro Cuando los cuentos crecen fue publicada en Cuba por la Editorial Gente Nueva, a partir de eso el proceso para conocer otras ciudades y crear contactos fue muy orgánico", aseguró Ugalde.

El tema. "La gran mayoría de literatura centroamericana trata sobre la guerra, esto tiene que ver con El Salvador, Guatemala, Nicaragua. Eso no es un tema para nosotros. Pero creo que eso no es un impedimento, yo soy creyente que no siempre se debe retratar el lugar común de un país, aquí no solo se escribe sobre las playas paradisiacas o los cafetaleros", explica David Cruz, escritor y periodista, quien ganó el VII Premio Mesoamericano de Poesía "Luis Cardoza y Aragón" en el 2011 por su libro Trasatlántico, el cual posteriormente fue publicado por la Editorial Cultura de Guatemala. Además, ha conseguido distribución en España y en otros países.

El escritor Luis Chaves, becado por el Servicio de Intercambio Académico Alemán (DAAD), una de las becas literarias más prestigiosas, ha transitado el globo gracias a sus poemas que han sido traducidos al alemán por Timo Berger bajo el sello editorial Hochroth de Berlín y La máquina de hacer Niebla, una antología poética editada en Sevilla por La Isla de Siltolá.

"Yo empecé enviando mis textos a fanzines de aquí. Luego, con los años, entendí que esto no se trata del dinero. Yo enviaba mis libros a cambio de que me pagaran con más libros, no importaba. Los lectores se mueven en círculos pequeños. El truco es entrar allí", comentó Chaves.