Mia Couto: ‘la primera intención de cualquier guerra es crear inhumanidad’

Mia CoutoEl ganador del Premio Neustadt y el Premio Camões ha creado una obra intensa fraguada en plena guerra

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La obra de Mia Couto se construye con los materiales más humanos: la memoria y su contraparte, el olvido. Poeta, novelista, periodista, biólogo y mago de la palabra, el autor mozambiqueño se ha convertido en una de las figuras más prominentes de la lengua portuguesa y de las letras africanas, aunque siga siendo poco conocido en esta parte de América.

António Emílio Leite Couto (1955) recibió este año el Premio Camões de lengua portuguesa y el internacional Premio Neustadt, y no pocas veces se lo ha mencionado como fuerte candidato al Nobel. Luchó por la independencia de su patria y continúa activo como una de sus principales figuras culturales. Conversamos con Couto acerca de la necesidad de escribir ficción en un país que vivió una de las guerras civiles más cruentas de África.

–Su trabajo ha sido descrito como “realismo mágico”, pero usted ha declarado que esa categoría no caracteriza sus novelas ni su poesía. ¿Cómo describiría lo que hace en relación con este concepto? ¿Puede existir un “realismo mágico” propio de África?

–Tengo muchas dudas acerca de la clasificación de géneros en la literatura, empezando por la frontera entre poesía y ficción. No puedo reconocer esa frontera en mi propio trabajo. De todos modos, no creo que el criterio para ese tipo de clasificación haya sido creado por los escritores mismos.

”Lo que creo útil para el escritor es reflexionar sobre las asunciones usadas para construir esa tipología literaria. Hay marcadas diferencias culturales dentro de África. No podemos hablar de una cultura o una literatura africana. Sin embargo, si vemos a Mozambique y a otros países del sur de África, uno nota que una de las características centrales es el sitio de los muertos.

”El catolicismo es ahora dominante en Suramérica, y esa religión estableció un sitio y un rol distinto para los fallecidos. En nuestro caso, las religiones nativas todavía son dominantes y, en nuestra realidad, los muertos no mueren: siempre están presentes y, junto con los vivos, gobiernan los asuntos cotidianos de los vivos.

”Deberíamos fijarnos más en las relaciones dinámicas entre cultura y religión con creatividad literaria, en vez de una clasificación de géneros mecánica y lineal”

–¿Qué papel desempeña la memoria en su trabajo?

– Es un asunto central. Somos un país muy reciente; estamos construyendo lo que se llama la identidad nacional y nuestra propia identidad como ciudadanos de una sociedad muy diversificada.

”Construir ese presente significa construir la memoria y también el olvido. La parte fascinante de ese proceso es su similitud con los mecanismos de creación de la ficción. Nos damos cuenta de que recordar y olvidar son dos caras de la misma construcción. En portugués tenemos la misma palabra para Historia e historia, y quizás esto revele cómo estas dos categorías están entrelazadas.

”Un reto que afrontamos es la edificación de nuestros mitos fundacionales nacionales. Por desgracia, necesitamos héroes, pero todos los nombres propuestos son tan contemporáneos y tan cercanos que es casi imposible tratarlos como meramente ficción”.

–¿Qué efecto tuvo la guerra civil en la literatura mozambiqueña?

– La guerra produjo efectos contradictorios. Este es un país muy particular, donde el portugués es cada vez más hablado en las ciudades. En las áreas rurales, donde vive la mayoría de la gente, los idiomas nativos aún predominan.

”La literatura es un fenómeno urbano, y todos los escritores que conozco trabajan en portugués: casi todos tienen el portugués como lengua madre.

”En el año de la independencia, (1975), el analfabetismo alcanzaba al 95% de los mozambiqueños. Inmediatamente después, nuestro gobierno inició campañas educativas con gran éxito, hasta que la guerra destruyó todos esos esfuerzos.

”Las escuelas fueron atacadas y los maestros fueron asesinados como el primer blanco. Esa ola de destrucción continuó por una generación entera, de modo que ahora estamos pagando por el impacto negativo de esta agresión: una generación de jóvenes alejados del único lugar donde podían hallar un vínculo con libros, la lectura y la escritura.

”Para los escritores que ya existían, como yo, las consecuencias fueron distintas. Estábamos ocupados en sobrevivir y traer a casa algo para comer todos los días.

”En estas condiciones de vida tan precarias es difícil crear arte. Sin embargo, tras un tiempo, uno siente que la supervivencia también está vinculada con valores espirituales, y con la construcción de la esperanza y la humanidad.

”Uno siente el impulso de escribir y publicar porque se hace claro que la primera intención de cualquier guerra es crear inhumanidad”.

– ¿Qué papel ejercieron el arte y la literatura durante el conflicto?

– El rol más importante es rehabilitar nuestras vidas cotidianas y recuperar nuestro tiempo de vida del monopolio de la política. Tuvimos una guerra civil de 1978 a 1992.

”Cuando alcanzamos la paz, nos sorprendió la forma en que la gente decide olvidar. Fue como si nadie hubiera muerto, pero un millón de personas fueron asesinadas durante esos 16 años de guerra.

– João Guimaraes Rosa es una influencia clara en su trabajo, pero ¿cuáles otros autores han marcado su escritura?

–Juan Rulfo y Gabriel García Márquez para la ficción; pero me considero un poeta. Influencias importantes fueron poetas brasileños como Carlos Drummond de Andrade y João Cabral de Melo Neto.

– Al anunciarse el premio, usted mencionó que era especialmente bienvenido dado el periodo difícil que atraviesa Mozambique. ¿Qué sucede en su país en este momento y cómo se llegó a ello?

– Tras 20 años de paz y estabilidad estamos de pronto en un momento difícil. Algunas señales perturbadoras de guerra están volviendo y, en las ciudades, la inseguridad se convierte en un sentimiento dominante.

”No es el caso solo de Mozambique pues en el resto del mundo debemos confesar que estamos perdidos cuando se supone que debemos hacer predicciones. Estar perdido es, a veces, la mejor posición. Lo que debemos aceptar ahora es que necesitamos un cambio radical en nuestra forma de entender el mundo y su dinámica política y social”.

– ¿Por qué escribe?

– Escribo porque no sé y, en cierto modo, no quiero saber el final de la historia. Más que nada, la literatura es una forma de conocimiento y un modo de rehabilitar una relación más profunda con los otros y la otredad.

Tierras descubiertas. La vasta obra de Mia Couto ha sido publicada en más de 20 países con múltiples traducciones; es el más renombrado de los escritores de Mozambique y uno de los más prominentes de África. Entre sus obras principales se encuentran Tierra sonámbula (1992), una novela ambientada en el destructivo periodo final de la guerra civil de Mozambique (1978-1992). El trabajo periodístico de Cronicando (1991) también ha sido reconocido, así como la novela Un río llamado tiempo, una casa llamada tierra (2002). Su última novela, Confesiones de una leona , se publicó en el 2012.