Mamerto busca mujer ignorante

Una comedia de Moliére muestra con humor cómo aunque los años pasan, siguen existiendo hombres que tratan a las mujeres como si fueran de una clase inferior, en el Teatro Espressivo

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Atolondrado, con dinero, machista y para rematar quiere una mujer ignorante, sumisa, sin opinión y joven... esos son los atestados de Mamerto, protagonistas de la comedia La escuela de las mujeres, que el grupo Terruño Espressivo estrena hoy, con Manuel Manolo Ruiz en el papel protagónico.

La obra es dirigida por María Bonilla, quien está segura que el público reirá pero, al mismo tiempo, tendrá material para reflexionar si la realidad expuesta en la obra por Moliére, allá por 1662, está superada en el contexto costarricense.

Imagine a uno de esos personajes que aún hoy abundan por doquier, simplón pero que logra hacer algo de dinero y cree que de esa forma se puede arreglar todo. Pues ese es Mamerto (Manuel Ruiz), quien incluso decide comprar el título de noble y pasa a llamarse Señor Cabeza de Vaca del Alcornoque, según él para tener más personalidad, pero solo genera la risa de los demás.

Uno de los grandes temores de este singular personaje es que una mujer le sea infiel; por eso, pasaron los años sin casarse, hasta que un buen día decide que llegó la hora de dar el gran paso.

Su gran idea para evitar la tan preocupante infidelidad es casarse con la joven Inés (Alice García), una campesina a quien él pagó su manutención, asegurándose de que creciera con el menor nivel de conocimiento posible.

Para Mamerto, y según sus propias palabras, la inteligencia femenina es un mal presagio, porque considera que no hay nada de más valor en ella que la ignorancia... por eso no deben ir a la escuela, para evitar que alguna vez quiera estudiar más y hasta salir de la casa a trabajar.

Para él, ellas deben tener solamente algunas habilidades, como coser y dar de comer a su esposo.

No obstante, el destino le tiene preparada una sorpresa a este gruñón y quejumbroso personaje, porque a pesar del claustro en que tiene a Inés, ella se enamora de Horacio (Momo Martín), un joven hijo de un amigo de Mamerto.

Con ayuda de sus criados, Georgina (Selma Solórzano) y Alano (Douglas Cubero) intenta alejar a Horacio; será Crisaldo (Pablo Morales), otro amigo de Cabeza de Vaca del Alcornoque, quien dará luz para resolver la serie de enredos, artimañas y planes en que todos se ven envueltos.

¿Cambios reales? La directora de La escuela de las mujeres respondió con una interrogante cuando se le preguntó si la obra aún se mantiene vigente más de 300 años después de su estreno. “¿Ha cambiado la sociedad?”

Bonilla considera que no son tantas las cosas que cambiaron desde que Moliére escribió la obra.

“Sigue siendo vigente, siguen existiendo hombres que creen ser dueños de sus mujeres. Es cierto, las mujeres hoy pueden trabajar, pero sin dejar de tener que llegar por la noche a realizar las tareas de la casa. También hay cosas ya superadas, como el derecho a ir a la escuela”, explicó la directora.

En la puesta de 70 minutos, el público vera una producción muy al estilo de María Bonilla. Proyecciones de Ana Muñoz, un escenario carente de escenografía y, además, cuenta con un vestuario de época diseñado por Rolando Salas.

Manolo Ruiz le da gran veracidad a su personaje, un poco bobo, torpe y víctima de sus tonteras, mientras que Alice García luce metida de lleno en el personaje de joven angelical inocente, que cuando menos se espera saca las garras.

Las situaciones generan muchas situaciones cómicas, que de seguro divertirán al público.