Maestro Lee Chul Jin: la danza coreana es una meditación

La danza coreana es reposada y poderosa. El profesor y bailarín Lee Chul Jin presentará tres de sus coreografías tradicionales

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Los movimientos de la danza coreana no se precipitan. Con sus orígenes sellados en las ceremonias religiosas y los ritos espirituales, su herencia ha tenido que ser, igualmente, cuidadosa.

El doctor Lee Chul Jin es un académico de la danza apasionado por la cultura de su país. Llegó a Costa Rica el 18 de agosto para exponer la belleza de su arte frente al público –con una única función el miércoles 2 de setiembre en el Teatro Popular Melico Salazar– y para compartirlo con estudiantes de la Universidad de Costa Rica.

A estos últimos los dirigirá en diversos talleres de expresión corporal: coreografías simplificadas de aquellas que ejecuta como bailarín, técnicas de drama coreano y una clase magistral el 9 de setiembre.

En su espectáculo Tres colores de Corea , presentará una muestra representativa: la Danza de la gran paz (en coreano, taepyeongmu ), la Danza de la liberación espiritual ( salpuri ) y la Danza del monje ( seungmu ), expresión de origen budista que ha sido designada como patrimonio cultural intangible de Corea.

¿De qué forma se enseñan estas danzas?

En el caso de la cultura occidental es claro quién compuso una pieza de música o creó una obra; en la sociedad oriental, no es el caso. Yo la aprendí en el Instituto de Han Young-suk, gran maestra de danza en la historia de Corea. Su abuelo, Han Sung-jun, reunió las danzas que existían en su época, desarrolló la coreografía e hizo la puesta en escena; creó nuevas danzas. Así que en el proceso intervino la herencia, el maestro que le dio forma y su nieta quien enseñó a su discípulo, quien me enseñó a mí.

¿Qué características tienen?

La danza coreana es sobre estética y dinámica. Para expresar esto, los bailarines se mueven muy lento, muy silenciosamente. Sin embargo, al mismo tiempo, es una expresión poderosa. Tiene un poder dinámico. La danza coreana es una especie de meditación: los bailarines se concentran en sí mismos. No están conscientes de mostrarle algo a alguien. No están conscientes de la audiencia.

Este estilo de danza, ¿ha sufrido cambios debido al impacto de la cultura occidental en Corea?

Hay una fuerte influencia occidental en Corea. Los estudiantes de danza en las universidades aprenden la paleta de la danza contemporánea junto con las danzas tradicionales. Es importante mantener la estética auténtica del baile coreano y desarrollarla. Estoy orgulloso de mantener vigente esa estética.

Con ese panorama cultural, ¿existe el riesgo de perderla?

Este es un problema importante sobre el cual reflexiono de forma intensiva. Me gusta compararlo con lo que sucede con los lenguajes. Perdemos muchos lenguajes, especialmente los de las comunidades más pequeñas. La estética de la danza coreana es única, si la pierde y solamente se imita a sí misma con la paleta de la danza contemporánea, se reduciría nuestra cultura. Es muy doloroso ir reduciendo nuestra cultura mientras la homogenizamos con la cultura occidental.

Miércoles 2 de setiembre Lee Chul Jin bailará su espectáculo Tres colores de Corea , en el Teatro Popular Melico Salazar, el 2 de setiembre, a las 7 p. m. Las entradas tienen un costo de ¢3000 para el público general. Puede adquirirse este lunes y martes en la boletería del teatro.